Enanismo, la discapacidad «que da más risa que pena»

j. a. guerrero MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Las personas con acondroplasia lanzan una «dura» campaña contra «las burlas de la sociedad» y la «deshumanización» de la que se sienten objeto. «Somos bomberos, enfermeras y policías... pero en clubes de estriptis, en la feria de tu pueblo o en vídeos porno»

25 oct 2024 . Actualizado a las 14:01 h.

«Nuestra discapacidad es la única que da más risa que pena», dice Carolina Puente, presidenta de la Asociación de Personas con Acondroplasia y otras Displasias Esqueléticas (Adee), haciendo suya la frase que encabeza un impactante vídeo lanzado este viernes con motivo del día mundial de esta enfermedad rara. La pieza audiovisual forma parte de una campaña «dura, pero necesaria», que denuncia cómo los afectados de enanismo se siguen enfrentando «a la burla y el escarnio social» por un físico marcado por su talla.

A partir de los famosos bufones que pintó Velázquez en el Siglo de Oro, el vídeo propone una reflexión sobre «la deshumanización, los estigmas y prejuicios» que, 400 años después, siguen vigentes hacia las personas con enanismo. «En pleno siglo XXI, la sociedad continúa siendo cómplice de la ridiculización de nuestro colectivo», se lamenta Puente (Oviedo, 31 años). La pieza reúne a hombres y mujeres con acondroplasia que, disfrazados de bufones, hilan un provocador discurso en el que recuerdan que en una lejana época eran malabaristas, juglares y payasos, y que hoy todo ha cambiado. «Ahora somos bomberos, enfermeras y policías... pero en clubes de estriptis, en la feria de tu pueblo o en vídeos porno». Y añaden: «Vivimos en el siglo del lanzamiento del enano, en el que de la humillación se hace una fiesta y en el que el primer nombre que sonará para su bebé será aborto».

La campaña «más incómoda del año» ha sido desarrollada por la agencia &Rosàs y la productora Roma, y pretende ser un altavoz de denuncia contra «el acoso y derribo» que sufren las personas con esta condición. Carolina Puente lleva toda su vida sobreponiéndose a las burlas, desde el acoso escolar que sufría de niña en el colegio a «las miradas de asombro, grabaciones y mofas» que soporta cada vez que entra en una discoteca. Esa denigrante ridiculización ha ido a más con la irrupción de las redes sociales, señala. «

Cada vez que subimos una foto o un vídeo bailando tenemos que enfrentarnos a comentarios asquerosos. Hace siglos fuimos representados como cómicos y ridículos y esa percepción todavía existe. Queremos una vida fuera de esos estereotipos». Cree el colectivo que la sociedad todavía no comprende que las displasias esqueléticas son enfermedades raras, que tienen sus complicaciones médicas y sus dificultades de empleo y de formación. Según la Adee, el desempleo afecta al 60 % del colectivo y solo una minoría accede a estudios superiores.