Quince horas de fiesta con Carlangas: «En Santiago estuve en verbenas que duran todo el día»
VIVIR SANTIAGO

Programar un concierto en su ciudad le sabía a poco. Por eso lía a cinco de sus bares favoritos, además de a la sala Capitol, para montar una romería que empieza de día y acaba de noche. Es el regreso por todo lo alto de un compostelano al que le ha costado volver a atreverse a tocar en un sitio con el que se siente «en deuda»
25 abr 2025 . Actualizado a las 12:00 h.Nadie mejor que el propio Carlos Pereiro para explicar «la liada» que tiene preparada para este sábado en Santiago. Lo cuenta, con un café en la mesa, desde La Flor, uno de locales que ha querido incluir en su ambicioso experimento. «Será como salir a la calle e ir de bares un fin de semana de sol, que ya es algo que mola muchísimo, pero con un componente cultural añadido que desemboca en un concierto en la sala Capitol y, ya por la noche, en la Riquela», resume el músico. Es la primera presentación de Bailódromo, el segundo álbum que firma con su nombre, Carlangas, en la ciudad que él siente como la de sus primeras veces. «Aquí es dónde escuché los primeros discos que me marcaron, donde salí de fiesta por primera vez y donde tuve mis primeras novias», recuerda el artista, que añade ahora a su lista dos nuevos logros. Nunca antes había organizado una «romería» de tal calibre, en la que colaborarán durante el día, además de los ya mencionados, los bares Carrilana, Camalea y O Bochinche. Es también la primera vez que se atreve a dar el paso de cerrar un concierto en solitario en una sala de su ciudad, algo que evitaba con pánico.
«Estuve en Santiago cuando arranqué con el proyecto, en el 2023, para una fiesta del Compos. Fue en la Quintana. Cuando hicimos esta gira, estaba evitando enfrentarme a la Capitol. Me apetecía muchísimo, pero por otra parte me parecía que todavía era muy pronto. En Novedades Carmiña tuvo un impacto muy grande, empezamos con ella a medias y fuimos viendo como se llenaba. Siempre tuve la duda y el miedo, como cuando te enfrentas a algo por primera vez, de cómo iba a responder la gente de mi ciudad a un concierto mío en solitario», reflexiona el músico. Novedades Carmiña, el grupo con el que la voz de Carlos Pereiro se escuchó a través de una infinidad de altavoces y de auriculares, se disolvió en el 2022. Los tres eran de Santiago, empezaron en Santiago y, durante los catorce años que estuvieron en activo, tocaron mucho en Santiago. «Estoy convencido de que fue la ciudad en la que más lo hicimos», rememora el músico. Después de la ruptura, en el 2023, sacó su primer trabajo como Carlangas. Aunque lo presentó en numerosos festivales y fiestas, no fue capaz de hacerlo en ninguna sala.
«Fue un disco que me sirvió para sacar el tapón, pero todavía no me apetecía el esfuerzo de la promoción», rememora el músico, que, si algo destaca de su Bailódromo, es el hecho de que le impulsara a hacerlo. «Si tengo que romper una lanza a favor del álbum es que me reencontré con un público que es mío. Abrí los ojos y vi quién estaba ahí escuchando mis canciones, quién me compraba los discos y las camisetas. Moló mucho. En un festival, dentro de la masa de gente, no sabes quién está ahí por ti. Es la hostia, me emociona mucho y me pone muy contento. Bailódromo me ha sacado a tocar para ver con mis propios ojos a toda la gente que estaba ahí», reflexiona Pereiro. A la Capitol llega con apenas unas decenas de entradas disponibles. Es el colofón final de una gira con la que ha recorrido parte de la península y de las islas. Será el último concierto que haga en sala antes de comenzar con la temporada de festivales y, después, despedir definitivamente la presentación de Bailódromo. Por eso y por mucho más, la fecha tenía que estar a la altura.
Para su gran regreso a la ciudad, un concierto se le quedaba corto. Su disco, de vocación festiva y popular, toma referencias de la música de baile de las verbenas gallegas. En eso, él es un experto. Tiene un pódcast para explorar su concepto, una canción muy famosa que habla sobre ellas y, lo que es más importante, las ha vivido y disfrutado. «En Santiago estuve en verbenas que duran todo el día, como la de Sar, a la que vine este año, y las de Amio y San Lázaro, que son mi barrio», explica. Piensa que las fiestas de pueblo, más allá de por la música, importan por ser uno de esos sitios en los que se juntan sin prejuicios las personas de todas las edades y clases sociales. Por eso y por mucho más, se valió de ellas para organizar la jornada del sábado como si se tratara de una romería.
Los festejos comenzarán a las 12.30 horas, paralelamente, en La Flor y en la Carrilana. La primera será una sesión vermú guiada por la DJ compostelana Maris al aparato, parte del proyecto de Futuro Alcalde, que se se centrará en música disco y funk de los años 70, 80, 90 y 2000. La segunda, encabezada por DJ Casanova, explorará géneros latinos como la cumbia y la salsa. Con Carlangas, ¿para qué elegir? El aperitivo desembocará en una comida, a partir de las dos del mediodía, en la pulpería O Bochinche, que estará amenizada por Ortiga y por Conjunto Amistá. «Harán un menú especial para ese día, porque si no la gente va a desfallecer de tantas horas», bromea el artista. No es para menos. De ahí, la fiesta se trasladará a un tardeo en el Camalea, donde habrá un concierto en directo de Javi Pretty —«un músico que a mi me influenció muchísimo y uno de mis mejores amigos de Fontiñas», explica Carlangas— y una sesión de DJ Vilouta. Eso, hasta las ocho y media, que es cuando se abren las puertas de la Capitol. Tocará primero el santiagués Futuro Alcalde y, después, ellos. Como invitados, Ortiga y DeNinghures, grupo al que Carlangas descubrió hace poco y con el que enseguida sintió «mucha conexión». Con ellos no termina la fiesta. Desde medianoche, Natalia Ferviú, DJ y pareja del músico, pinchará en la sala Riquela junto a Luchiño, la persona a la que Carlangas nombra cuando habla de la organización de la jornada.

«El modus operandi fue muy sencillo. Llamé a mi colega Luchiño, un tío muy majo que se dedica a la producción, y hablamos con todos los bares a los que yo suelo ir para proponer la idea. Lo consiguió en una tarde. Los DJs, en su mayoría, son amigos míos y pinchan muy bien. Quería darle un empaque más global, llevar el Bailódromo a la ciudad y acompañar la música de esa vocación popular que tiene el disco», explica Carlos Pereiro. Describe lo que ha montado como una «contemporanización» del espíritu de la romería y de la verbena, porque «va a sonar música hecha ahora, pinchada por gente que tiene alrededor de los 30 años y en sitios que están abiertos ahora». Hasta el cartel que cubre un gran porcentaje de las paredes de Santiago estos días, el que anuncia el esquema de la jornada, está inspirado en las orquestas. Lo diseñó Roi, del grupo Grampoder, valiéndose de las publicidades de las verbenas de los años 80 y 90 que encontraron tirando de archivo.
Aunque los locales que ha elegido son a los que va con asiduidad, por no liar de más el scalextric, dejó fuera de la lista algunos de sus imprescindibles en la ciudad. «Voy mucho a la Chantadina, en Sar, y al Caminante, en San Lázaro. También a El Muelle, en la Plaza de Galicia, y a otros tantos en la zona vieja, como el Fonda, una taberna en la que estoy bastante. También en la Sónar, una sala en la que siempre me han tratado muy bien», enumera el artista. Aunque los deje fuera del circuito, no se olvida de ellos en su visita a la ciudad: «Estoy contento de que esto vaya a ocurrir, de haberme cogido estos días para venirme a Santiago y que no sea un bolo más de estos a los que llegas para la prueba de sonido y después te vas. Está mi chica, Natalia, y mi hijo con sus abuelos. Luego quedé para ir a la Chantadina, que es uno de mis bares favoritos, y me voy a ir dar un paseo por la zona vieja. Los de la Sociedad Deportiva Compostela me han dicho que me tenían un regalo en la tienda de la calle de la Raíña. Estoy como en brazos y me lo estoy gozando». Para él, por muchos años que lleve viviendo en Madrid, Santiago nunca se olvida.