Montse, la vecina de Dodro a la que le gusta trabajar en el monte «chova ou faga sol»

Uxía López Rodríguez
Uxía López SANTIAGO / LA VOZ

DODRO

XOAN A. SOLER

Es la primera persona contratada durante todo el año por la Comunidade Cruz do Avelán para limpieza y vigilancia

14 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace algo más de un año, la Comunidade de Montes Cruz do Avelán de la parroquia de San Xoán de Laíño, en el municipio de Dodro, tiene en nómina todo el año a una persona para limpieza y vigilancia de su superficie forestal. Se trata de la vecina de la aldea de Teaio Montse Castro Martínez, quien pasa jornadas de ocho horas limpiando terreno con la desbrozadora, podando árboles o realizando otras tareas de mantenimiento propias del monte. «É unha ocupación que sempre me gustou; chova ou quente o sol, eu traballo». La vecina tiene 52 años y su primera experiencia con el trabajo en el monte fue en las brigadas contraincendios del Concello, al que siguió otro en una empresa que ya empleaba mujeres para desbrozar superficie forestal. «É un traballo duro, pero lévase ben porque a min sempre me gustou o monte. É saudable, como o mar», cuenta la mujer quien reconoce, por otra parte, que «estou segura de que este traballo o rexeitaban moitas persoas». En parte lo cree porque es una tarea al aire libre «e se podes estar ao abrigo por que vas andar á choiva? A min non me importa, pero hai xente á que non lle gusta», asegura. No obstante, ella lo hace y contenta, según explica, después de que el presidente de la comunidad, Jacobo Rodríguez, la llamara para ofrecerle el empleo. «Estou para limpar onde non chega o tractor, ás beiras das estradas e no entorno das aldeas», cuenta Montse Castro, además de espacios comunes como el merendero de la Cruz do Avelán, en el que se acaba de celebrar la romería anual. «Eu vou ao meu ritmo, pero non paro», relata entre risas la mujer trabajadora, quien en su día también estuvo emigrada en Suiza, donde conoció a su marido, que es natural de Teaio mientras que ella lo es de O Freixo, en Outes. Ver a Montse trabajar ya es una imagen habitual para los vecinos que pasan por las vías pegadas al monte y que la saludan. Cree que, después de más de un año en la comunidad, ya pudo limpiar una vez las zonas que hay que hacerlo de forma manual con una desbrozadora. Para realizar el trabajo, la vecina bromea y habla de que «hai que estar algo gordos e non delgados, para ter a onde amarrar a desbrozadora, se non xa che leva a máquina a ti». Reconoce que hay pocas mujeres que realicen el mismo trabajo, aunque alguna conoce, pero independientemente del sexo, cree que «houbera xente, que para limpar hai moito onde», dice en alusión a los montes en general. En el caso de la comunidad Cruz do Avelán, opina que está «máis limpo e coidado» desde que entró la actual directiva, quizás porque por primera vez se contrató a una persona durante todo el año para la limpieza y mantenimiento de la superficie forestal. «É moi traballadora, tódolos veciños quedan impresionados co moito que traballa e como se preocupa de que as cousas queden ben feitas», señala de Montse Castro el presidente de la comunidad. Por cierto, el color verde de los ojos de la vecina es el mismo que el del monte.