El fin de las SIM físicas: ¿Por qué hasta los neobancos quieren venderte una tarjeta virtual?

César Rodríguez Pérez
C. Rodríguez REDACCIÓN

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Presentación del nuevo iPhone Air, que no tiene ranura para una tarjeta SIM física
Presentación del nuevo iPhone Air, que no tiene ranura para una tarjeta SIM física JOHN G. MABANGLO | EFE

El anuncio de Apple de que el nuevo iPhone Air solo funcionará con tarjetas digitales reaviva el debate sobre la futura jubilación de las de plástico. Y abre la puerta a un nuevo mercado vinculado a los datos

11 sep 2025 . Actualizado a las 13:33 h.

Cambiar de compañía de móvil es muy fácil. Se contrata la nueva línea, en el mismo proceso se da de baja la antigua y, en unos pocos días, normalmente de madrugada, se ejecuta la mudanza de operador. El cliente, armado con un pincho, solo tiene que efectuar una tarea, quitar la vieja tarjeta SIM y poner la nueva.

Llevamos haciendo la misma operación desde que abrazamos con enorme fuerza la era de la movilidad, a finales de los 90.  Con escasas variaciones. Tanto cuando teníamos los míticos Nokia o Motorola de concha, que solo servían para llamar o enviar SMS, como ahora, equipados con terminales que son como ordenadores y pueden valer más de mil euros, teníamos que colocar esas tarjetas de plástico en las ranuras adecuadas. Ya se hicieron más pequeñas (y dejamos de almacenar los contactos en ellas), pero en unos años serán historia. ¿Realmente son necesarias? Veamos. 

Apple presentó el martes sus nuevos teléfonos móviles. Hubo un iPhone nuevo, el 17, pero la atención y los titulares recayeron en otro modelo, el iPhone Air. ¿Por qué? Por su delgadez extrema y por no disponer de un hueco para las tarjetas SIM físicas de toda la vida. Solo acepta las virtuales, las eSIM. La noticia reavivó un viejo debate. Si la tecnología está lista y ofrece ventajas (por ejemplo, más seguridad o más espacio en los smartphones), ¿por qué mantenemos las de plástico? ¿Cuándo las jubilaremos? 

¿Qué es una eSIM? Una combinación de hardware (requiere un chip instalado en el móvil) y software que permite conectar nuestros terminales con los servicios de determinados operadores de telefonía. Para activarlos, tenemos que descargar y activar perfiles de red móvil, escaneando un QR o usando una aplicación. Necesitamos tener conexión a internet, eso sí.

¿Qué ventaja tiene frente a las tradicionales? En teoría, podremos tener tantos proveedores o números de teléfono como queramos, pero en realidad hay restricciones . Ahora, por regla general, estamos limitados físicamente a dos slots, a dos compañías, en la mayoría de los móviles. Con la digitalización, podremos ir más allá del llamado Dual SIM, que funciona muy bien para tener siempre cobertura o poder separar las comunicaciones de trabajo y las personales) y acceder a diferentes redes de forma sencilla. Es una herramienta muy adecuada para quienes viajan con frecuencia. Evitan depender del roaming y sus consiguientes limitaciones de navegación, descargas o llamadas. Pueden contratar una tarifa de datos y activarla desde el menú del teléfono. 

¿Qué necesitas para usarlo ya? Que tu smartphone sea compatible (Es decir, que tenga el chip. Se puede comprobar accediendo al menú y a la opción relativa a Conexiones o Datos móviles)  y que tu compañía oferte ese servicio. En España las grandes telecos como Movistar, Orange, MásMóvil o Vodafone lo brindan a sus clientes locales, pero no siempre suelen ofrecer servicios específicos para viajeros.

Venta de tarjetas SIM en Islamabad, en Pakistán
Venta de tarjetas SIM en Islamabad, en Pakistán SOHAIL SHAHZAD | EFE

Los neobancos y las eSIM

¿Y si viajas? Se está abriendo un nuevo mercado con las eSIM. Hay compañías especializadas como Holafly que han conseguido una buena cuota de popularidad y, por lo general, reseñas positivas. Al acceder a su web puedes elegir un país de destino y luego seleccionar un plan de datos concreto según la duración de la estancia y el número de viajeros. La contratación y la activación son rápidas y sencillas.

En ese mercado emergente también han irrumpido otros competidores ajenos en principio al mundo de las telecomunicaciones. Bancos digitales que han logrado captar clientes internacionales jóvenes como Revolut o N26, y que también brindan servicios como accesos a salas vip de aeropuertos, ofrecen eSIM's desde sus plataformas. Aumentan así su popularidad y se distinguen aún más de la banca tradicional al presentarse como superaplicaciones para viajeros. Y sin tener que usar la tarjeta de débito o recurrir a ninguna compañía externa. El negocio va mucho más allá del dinero. Está en los datos. En nuestro mundo digital, las conexiones, como el espectáculo, siempre deben continuar.