La banda arousana actuará el martes 19 en la plaza entre el Bar Neptuno y el Chirin-Jito con un concierto que recuperará sus clásicos y rendirá homenaje a los miembros desaparecidos
18 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Vilagarcía se prepara para una noche de nostalgia y rebeldía con el regreso a los escenarios de una de las bandas más recordadas de la escena gallega de los años ochenta: los Punktos Suspensivos. El grupo, que marcó a una generación de jóvenes inconformistas, vuelve por segundo verano consecutivo para ofrecer un espectáculo cargado de energía y de homenaje al espíritu punk-rock que los hizo inconfundibles.
Criados a la sombra de referentes como Siniestro Total, Ilegales o La Polla Records, y con la influencia de iconos internacionales como Sex Pistols, Ramones, The Clash o Joan Jett, los Punktos se hicieron un nombre actuando en locales de la comarca, institutos y concursos. Entre sus logros destaca la victoria en el certamen Disco 3 de Boiro, retransmitido a nivel estatal, que los situó en la memoria musical de la ría. Su carácter desafiante llegaría al extremo de rechazar ser teloneros de Alaska en un concierto en Vilagarcía.
La historia del grupo quedó marcada por la tragedia: varios de sus miembros perdieron la vida en accidentes de Vespa a finales de los ochenta, primero en Carril y más tarde en Cambados. Pese a ello, la pasión musical nunca desapareció y algunos de los integrantes continuaron vinculados a otros proyectos, incluso en el extranjero.
Mañana martes 19, a las 22.30 la plaza situada entre el Neptuno y el Chirin-Jito acogerá el reencuentro con clásicos como Pontevedra Capital, Siniestro Amanecer, Vampiro Dorado o La Rata del Río del Con. La formación actual reúne a Isidro Estévez (bajo), Juan Carlos Cores Fresco (guitarra), Alberto Gago (voz y guitarra) y Carlos Pedrosa (batería), hermano del fallecido Álex Pedrosa. Al saxofón se sumará Paco Pérez, con menciones especiales a José Antonio Franco y Nemesio Martínez.
La velada arrancará con el disyóquey Edu Lambretta, que pondrá a girar vinilos de distintas épocas para calentar el ambiente. Una cita imprescindible tanto para los seguidores de siempre como para los nuevos públicos que los han descubierto a través de las redes sociales, y para quienes quieran recuperar el espíritu indomable del punk arousano.