Siete mil kilómetros para rozar el cielo

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Dani y Leo Díaz hacen pump truck y competirán en Suecia el próximo agosto
Dani y Leo Díaz hacen pump truck y competirán en Suecia el próximo agosto ADRIÁN BAÚLDE

Estos hermanos de Vilaboa, de 11 y 12 años, viajarán a Suecia en furgoneta para participar en el Mundial pump truck

24 jun 2025 . Actualizado a las 19:06 h.

Daniel y Leo Díaz tiene 12 y 11 años. Son dos hermanos de Vilaboa que ahora que se acabó el colegio, se pasarán el verano subidos a una bicicleta. Es el deporte que practican, pero sobre todo se lo pasan bien haciéndolo. No es ciclismo, es pump truck, una modalidad de inercia sobre dos ruedas que ahora los llevará hasta Suecia. Participarán en el Campeonato del Mundo que se celebra en la ciudad de Angelholm, muy cerca de Gotemburgo. Y su padre se encargará de llevarlos en su furgoneta. Lo hará sin ayuda de patrocinadores, ni de Administraciones. Costeará el trayecto de 7.000 kilómetros para que sus hijos cumplan el sueño de participar en un Mundial donde competirán con chavales de todo el planeta. Cada país enviará a cuatro riders, como se conoce a estos deportistas. Es una disciplina que en Galicia está empezando a coger fuerza, pero hay países con una tradición muy consolidada como Estados Unidos, China, Australia, Francia, Alemania, Reino Unido o Nepal.

Así que el esfuerzo de atravesar media Europa, Alberto lo hace con todo el gusto del mundo. Ya está acostumbrado. Y es que cada año puede recorrer hasta 14.000 kilómetros de campeonato en campeonato por todo el país. En esta ocasión, en la que hay que hacer números para cruzar el continente, el padre de Daniel y Leo agradece que el taller Automotive de Vilaboa les ayude a preparar la furgoneta con la que viajarán a Suecia a finales de julio para llegar a la ciudad donde compite el día 2 de agosto. La idea es que estén una semana antes del 9 de agosto, fecha en la que arranca el Mundial. Acondicionó la furgoneta con camas para intentar ahorrar lo máximo posible porque después de llamar a la puerta de las Administraciones y de la Federación Galega de Ciclismo, Alberto reconoce que no ha obtenido respaldo. «Nos dijeron que si había laguna posibilidad seria en función del resultado».

Los críos están felices con la aventura. Quieren que llegue cuento antes. «No estoy nada nervioso, lo q más me gusta es hacer saltos», señala Daniel, que también hizo sus pinitos en el motocrós, pero acabó dejándolo «porque era un deporte demasiado caro», apunta su padre. Aparcaron las dos ruedas con motor, por las de la bici de pump truck y ya no se bajaron más. Empezaron en el año de la pandemia, pero todavía no había competición de su categoría en Galicia. «Íbamos a una pista de pump truack que hay al lado de la Fervenza da Barosa para que lo probasen y empezaron a engancharse. Les gustó bastante», añade su padre, que vio que era un deporte que se le daba bien y se esforzó para que pudiesen crecer en él. De esos primeros pinitos en A Barosa, saltaron a Moaña y Mondariz y de ahí a campeonatos por toda España. De hecho, antes de viajar a Suecia disputaron este fin de semana la primera prueba del campeonato gallego en Moaña y el día 28 de junio pelearán la Copa de España en Mondariz.

En todas estas pruebas nacionales cuentan con el apoyo del club al que pertenecen, el Pontebike de Ponteareas. Alberto Díaz reconoce que comenzaron en el equipo de Vilaboa, el Club Ciclista Val do Ulló, pero a medida que los niños ganaban profesionalidad y demandaban más, buscaron otro equipo. «Nos ofrecían una furgoneta y hoteles en los desplazamientos, además están con otros chavales y evolucionan», apunta el padre, que reconoce que aunque le gustaría estar en su pueblo se vio obligado a dar el salto. «Es un equipo ciclista y tiene una división de pump truck», añade.

«Me siento como si fuera una carrera normal, me gustan mucho los saltos de pump truck», explica Leo, que al igual que su hermano, le gusta el motocrós y el BMX freestyle. Pero como a todos los críos, les gusta pasar las horas jugando con sus amigos. Aunque eso implique aparcar la bici durante unas horas. Ahora que empezaron las vacaciones tendrán más tiempo para entrenar y llegar a Suecia con opciones. Sus condiciones sobre la bici les da la confianza que necesitan para llegar tranquilos al Mundial. No les asusta ni la competición, ni los siete mil kilómetros en furgoneta.