El Foxo do Lobo de Salas gana perímetro consolidado con una excavación arqueológica

El Foxo do Lobo es una construcción tradicional en el rural gallego que se utilizó, hasta mediado el siglo XX, para cazar a este cánido. Todavía quedan algunos de estos fosos en parajes de Baixa Limia. Uno de ellos se encuentra en el valle del río Salas, en Muíños. Este Foxo do Lobo fue objeto este año de trabajos de conservación y mantenimiento, que contaron con la colaboración económica de la Consellería de Cultura. Hasta Muíños se desplazó este jueves el delegado territorial de la Xunta, Manuel Pardo, para comprobar el estado del yacimiento arqueológico.

Los trabajos, que se remataron recientemente, consistieron básicamente en la limpieza de vegetación y en el desbroce del perímetro del foso, donde había restos de maderas, retamas o tocones. También se consolidaron diez metros del contorno de la estructura, cuyos muros de piedra tienen una altura de 2,30 metros, un grosor de entre 70 y 90 centímetros, y están coronados con capeas que impedían antiguamente que el lobo escapase tras ser atraído hasta el foso. El resto del perímetro ya había sido restaurado en el 2022 y se encuentra en buen estado, salvo algunas piedras caídas que se repusieron o se sustituyeron por otras nuevas para garantizar la estabilidad de la estructura. A la intervención de este año Cultura dedicó más de 16.000 euros.

El delegado de la Xunta considera fundamental proteger el patrimonio cultural: «Proporciónanos unha conexión irrefutable co pasado, con determinados valores sociais, crenzas, costumes e tradicións, que nos permite identificarnos cos demais e profundar no noso sentimento de unidade e pertenza a unha comunidade».

La Xunta destaca que, en la provincia de Ourense, este año se han destinado 260.000 euros a quince intervenciones arqueológicas, como los trabajos en la Cibdá de Armea, en Allariz, en el yacimiento de Bouzadoiro de Verín o en el Castelo da Piconha, en Calvos de Randín.

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