El Ourense CF reina en la locura para imponerse al Unionistas en O Couto (4-3)

Ourense CF y Unionistas de Salamanca se plantaron en O Couto como dos de los conjuntos más rocosos y que menos concedían en las últimas semanas. En una tarde fría y lluviosa, sucedió todo lo contrario. Siete goles —y otros dos anulados— son solo unas pinceladas en una disputa revolucionada a partir del minuto 85, cuando el marcador aún presentaba un 1-2. Un penalti y expulsión, cuatro goles más y una contienda que se fue hasta el minuto 103, con el definitivo 4-3 brillando en guarismos luminosos. Le llaman fútbol.

Y no es que no sucediera casi de todo antes de ese final con dientes de sierra. De entrada, los charros aguijonearon en su primera aproximación. Un centro de Olmedo desde la derecha lo controló Aarón Piñán y lo envió al fondo de la red. Después de cinco minutos de revisión, el colegiado apreció una mano del atacante que ya señalaba desde su banquillo un Dani Llácer exaltado por la acción. Poco a poco Jerin y César Moreno se apoderaban de la medular y el primero de ellos forzó hasta tres saques de esquina consecutivos, el tercero tras una meritoria intervención de Unai Marino, tas una buena dejada de Hugo Sanz.

Volvió a avisar el once salmantino, pero ni Piñán ni Gastón Valles lograron rematar. Sí lo hizo Adrián Guerrero, tras un recorte eléctrico. Su chut lo desvió Marino a córner. Antes del descanso, Álvaro Gómez obligó a Ratón a una notable estirada y, ya en el tiempo extra, Valles cabeceó alto un cuero llovido desde el córner.

En la reanudación no se detuvo el ritmo creciente del choque y los de casa golpearon primero. Hugo Sanz colgó una falta lateral que bajó Juan Piera (sustituto del sancionado Amin) y la alojó en la red.

El gol azuzó a un Unionista que llegó crecido al feudo ourensano. Álvaro Gómez desbordó por la derecha de su ataque y definió con mucha clase al palo largo, imparable para Ratón. Dos equipos serios en fase defensiva estaban perdiendo el control y los visitantes regalaban una falta lateral al eficiente Sanz, que desde el perfil diestro envió templado para César Moreno peinara y Marino desviara como pudo. Omar y Jelbat remataron al alimón, pero el gol concedido fue anulado en la revisión por un fuera de juego de Piera.

Los corazones blandos sufrían y el 1-1 era un mal menor, pero Enol se durmió en un fuera de juego y De la Nava convirtió la asistencia en gol, fusilando al Ratón. A los de casa solo les quedaba ir a por todas y llegó el trascendente minuto 85. Guerrero recibió en el área y Encuentra lo golpeó en la cara. Penalti y expulsión revisado durante cuatro minutos y transformado por Kensly Vázquez con sangre helada.

El alargue inicial era de once minutos y los azulones quisieron aprovechar la superioridad numérica, pero un rechace forzado de cabeza de Jelbat terminó por superar a Ratón en propia meta, con una acentuada parábola en el minuto 95. Ni por esas, el Ourense CF no se rindió. Coto bajó un balón colgado al área y lo cedió a Hugo Sanz que entrando en diagonal, igualó. Aún quedaba tiempo. El anfitrión volvió a llenar la olla y otra vez apareció el hambriento Sanz, la pegó con el alma y el rechace de Álvaro Santiago se la desvió a Marino. Apoteósico.

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