«Los menores de 14 años son inimputables: quizá sea momento de revisar las leyes»

OPINIÓN

María José López | EUROPAPRESS

06 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Acoso, un problema sin respuesta real

No creo que hoy haya más casos de acoso escolar que hace diez o veinte años; lo que sí ha cambiado es la enorme difusión mediática y en redes sociales, que multiplica la visibilidad y la sensación de frecuencia. Sin embargo, esa percepción no resta gravedad al asunto. El acoso destruye vidas —de las víctimas, de sus familias, de sus amigos— y deja secuelas profundas, muchas veces invisibles y permanentes. Hay, eso sí, una diferencia esencial respecto al pasado: con las nuevas tecnologías, la mensajería instantánea y las redes sociales, el acoso ya no termina al salir del colegio. Es continuo, masivo, y ocurre las veinticuatro horas del día los siete días de la semana. Para una mente en desarrollo, eso es una auténtica barbaridad.

Tampoco ayuda que en España existan diecisiete protocolos diferentes contra el acoso, uno por cada comunidad autónoma. Debería existir un protocolo nacional, obligatorio y eficaz, y sobre todo que se cumpla. Demasiadas veces los protocolos son un adorno burocrático que nadie aplica, y cuando se incumple nadie asume responsabilidades.

Además, quizá sea momento de revisar las leyes. Los menores de 14 años son inimputables y los menores de 18 no pueden ser juzgados conforme a las normas generales. Sin una justicia robusta, sin consecuencias claras y sin ejemplos que marquen límites, no habrá concienciación que valga. Resulta llamativo que en España el acoso escolar no esté tipificado como delito, cuando sí lo está en muchos países occidentales.

Proteger a los menores exige determinación y medidas reales. No bastan las campañas, los eslóganes ni los «días contra el acoso». Hace falta acción, coherencia y valentía política. Porque de lo contrario seguiremos lamentando tragedias que todos decimos querer evitar. Andrés Gómez. Ourense.

Non saen as contas das universidades

Segundo o INE, a franxa de poboación máis numerosa en España, con catro millóns de persoas, é a que hoxe ten entre 45 e 49 anos, mentres que só hai 2,4 millóns entre 20 e 24. Se aquela xeración estudou nunha universidade con moitas menos escolas técnicas e facultades que hoxe, non saen as contas para dicir que se precisan novas escolas en cada provincia, agás que alguén estea querendo facer negocio. Tampouco se entende que as institucións públicas non teñan preparado o relevo xeracional dos docentes. Se a educación, de calquera nivel, se converte nun negocio, o país deixará de avanzar e todos os negocios perderán, coma en todos os países onde só os ricos teñen acceso a educación de calidade. Roberto Fernández. Moeche.

¿Quién quiere ser carnicero?

Las redes sociales nos venden el éxito como algo ligado al liderazgo, a «ser tu propio jefe», a tener una marca personal. Pero, mientras tanto, ¿quién quiere ser carnicero, panadero, agricultor o mecánico? Hemos glorificado la ambición individual y menospreciamos los oficios que sostienen lo cotidiano. Nos olvidamos de que sin quienes siembran, reparan y construyen no habría nada que dirigir ni vender. El progreso también se construye con las manos, no solo con ideas. Cloe Contel Ramospe.