
Esta semana se le entregó la Medalla de Galicia a la princesa Leonor. Y yo escribo esta carta para agradecerle, como marino, a la princesa, su buen hacer marinero y el cariño que mostró por nuestra querida tierra gallega. En este contexto, también quiero agradecer a Goretti Sanmartín, la alcaldesa de Santiago, su ausencia en el acto, aunque no se le echó de menos. Tampoco asistió el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, que de esta forma logró que fuese nombrado por la prensa. Cada uno se hace su publicidad a su modo. Los dos ausentes demostraron tener un concepto equivocado de lo que significa la democracia y el respeto institucional. Los demás representantes del pueblo gallego acudieron de buena fe y con respeto al acto, y nos representaron a la mayoría. Princesa, sea bienvenida a Galicia, una tierra donde, aparte del marisco, lo que abunda es la buena gente. Santiago Díaz-Pache Montenegro. Marbella.
San Benito
San Benito de Cambados llevaba este año más devotos que en otras celebraciones. Tal era la aglomeración de fieles que no se podían guardar las filas, sino que todo era una masa compacta de gente que cubría desde la plaza de Fefiñanes hasta la plaza de Asorey. Unas ovejas caminaban a regañadientes, mezcladas con la muchedumbre y la banda de música, junto con los danzantes. Participaban en la procesión hombres y mujeres vestidos con los trajes típicos. Está claro que san Benito congrega cada año a más personas que le piden al santo salud para el futuro y trabajo para todos («reza y trabaja», dicen que dijo). Joaquín Gil de la Peña. Cambados.
Torre Pacheco: ¿el laboratorio?
El que pueda hacer que haga. Vox no quiere a millones de inmigrantes, el programa que busca ovnis coló el bulo de los muertos de Bonaire y sus tertulianos presuntamente dicen: «Hay que echarse a las calles, no sé cómo no están incendiadas. A romperlo todo, etcétera». Y no pasa nada. El agredido dice que él no es el de la foto, hay otra falsa foto de los agresores desmentida por la Guardia Civil. Así se crea el odio. ¿Es Torre Pacheco algo calculado, diseñado y planeado que puede extenderse? Si echan a los inmigrantes, ¿quién recoge las fresas, los tomates, las aceitunas, los espárragos, los limones, las naranjas, los invernaderos, el cereal, etcétera, etcétera? ¿Quién cuidará, aseará y llevará a pasear a nuestros mayores por un sueldo precario? ¿Los patriotas? El que odia al inmigrante lo hace sea legal o ilegal. Los culpables de cualquier delito tienen que ser castigados, sean inmigrantes o no; y si la ley lo permite, hay que expulsarlos. Pero esto es otra cosa. Si los inmigrantes en toda España no van a los campos en 30 días, me gustaría saber qué dirán los empresarios. Estoy convencido, por todo lo explicado, que las personas que están en España y son de otros países son imprescindibles para nuestra tierra. Pedro Campo. Álava