Los pies hermosos de Pedro Sánchez

María Hermida
María Hermida E SE CHOVE, QUE CHOVA

OPINIÓN

PACO RODRÍGUEZ

05 jul 2025 . Actualizado a las 12:21 h.

Era marzo. Era día de abrazos y palmadas en la espalda en el PSdeG. Pedro Sánchez, antes de que el lodo delictivo de Cerdán llenase de lamparones su traje presidencial, aparecía en Santiago hecho un pincel. Vaqueros azules. Americana azul. Jersey cuello cisne. Y unos tenis tremendamente bonitos, en tono azul marino con suela marrón. Eran tan lindos que algunos ampliamos las fotos y hurgamos en la red hasta descubrir qué calzaba el presidente del Gobierno. Sorpresa. No solo eran unos tenis preciosos. Tenían detrás un proyecto hermoso. Son unos zapatos deportivos de la firma alicantina Timpers, que se promociona como «la marca más normal del mundo», en alusión a que son personas con discapacidad, ciegas, las que la pusieron en marcha y a que sus productos resultan un canto a la inclusión porque se aprecian también por el tacto, con inscripciones en braille. Además, tienen precios asequibles, no más de 70 euros en estos tiempos de bambas que se cotizan como oro líquido. No eran, por tanto, unos tenis. Eran los tenis: solidarios, inclusivos, baratos, bonitos, hechos en España... Pedro, el político que llevaba el Estado a cuestas, tenía tiempo (o asesores) para no dejar al azar ni siquiera las suelas sobre las que pisaba una mañana de marzo en Compostela. ¿Cómo es posible que ese mismo hombre, que cuidaba hasta el valor que transmitía su dedo gordo del pie, se rodease de fulanos nauseabundos de club de alterne que mandaban en los mismos despachos en los que debatían sobre si la Carlota o la «colombiana nueva» les gustaban más? Quizás algún día lo explique. O puede que solo se compre unas katiuskas, que los tenis ya no le sirven ante el fango que pisa.