Según la ley, las llamadas comerciales desde móviles están prohibidas en España desde el 7 de junio.
¿Se ha acabado entonces el molesto spam telefónico? Eso nos gustaría, pero no. Los viejos números fijos, con prefijo provincial, andan más activos que nunca.
El otro día conté 18 llamadas perdidas desde La Rioja. Y unas cuantas más desde Alicante. Contesté a una. Solo para encontrarme al otro lado el silencio. Posiblemente fuera un robot intentando comprobar que la línea seguía activa. O un intento de estafa. A una compañera le ocurrió algo parecido. En su caso la reclamaban desde Badajoz para venderle algún servicio que nunca había solicitado.
En la práctica mucha gente ha dejado de contestar llamadas de números que no conozcan, ayudados por la tecnología que incorporan muchos móviles Android, que informan sobre si el interlocutor es un «llamante no deseado» o un «posible fraude». Apple seguirá esa estela en próximas actualizaciones del sistema operativo de los iPhone.
De cualquier manera, conviene tener mucha precaución cuando se contesta en el móvil. Y más aún si te reclaman datos. Nunca se sabe quién puede estar al otro lado. O quién puede estar grabando, como en el antiguo caso Koldo, ahora escándalo José Luis Ábalos y Santos Cerdán.