Decisiones que nos asfixian

Javier de Toro Santos / Mar Castellanos Rodrigo TRIBUNA ABIERTA

OPINIÓN

Eduardo Pérez

31 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Como profesionales médicos —asistenciales, docentes e investigadores— del Chuac, nos vemos obligados a comparecer ante la opinión pública con un profundo pesar y con la responsabilidad que sentimos hacia nuestros pacientes, compañeros y complejo hospitalario. Nos mueve el interés general, la vocación de servicio público y el deseo de preservar su calidad, hoy seriamente amenazada por decisiones ajenas a toda lógica médica, asistencial y docente.

Con la ayuda de los diferentes equipos directivos, hemos contribuido a consolidarlo en la excelencia, con siete centros, servicios o unidades de referencia (CSUR) acreditados por el Ministerio de Sanidad, con una dimensión nacional y creciente prestigio clínico, docente e investigador.

Desde el año 2001 es un hospital vinculado a la Universidade da Coruña (UDC) y, como consecuencia de ello, contamos con un Instituto de Investigación Biomédica (INIBIC), acreditado por el Instituto de Salud Carlos III. Por otro lado, en el desarrollo de esta alianza con la universidad herculina, se creó el Instituto de Ciencias de la Salud, en el que se han doctorado un gran número de facultativos de nuestro centro.

Como apunte, cabe señalar que, en la escuela internacional de doctorado en los últimos años, hemos dirigido más de un centenar de tesis doctorales, de las cuales una cuarta parte son de ámbito internacional. A esto hay que añadir que más del 60 % del profesorado acreditado para este programa pertenece al Chuac. También contamos con médicos vinculados al hospital y a la universidad: catedráticos, titulares y asociados de ciencias de la salud. Actualmente, un gran número de nuestros profesionales están acreditados por la ANECA (Agencia Nacional de la Evaluación de la Calidad y Acreditación) para ejercer como titulares universitarios. Todo lo anterior confirma que esta alianza ha sido y es altamente satisfactoria.

Por lo expuesto, nos vemos obligados a alzar nuestra voz públicamente ante una serie de hechos injustificables, que comprometen gravemente el futuro del área sanitaria de A Coruña y Cee.

Asistimos con perplejidad a la pasividad por el desarrollo de los acuerdos alcanzados en Galicia, hace más de una década, sobre la docencia universitaria en el grado de Medicina. Lo que entonces se pactó como una colaboración equilibrada entre las universidades de Vigo, Santiago y A Coruña, no se ha desarrollado y se ha visto alterado por decisiones unilaterales. Estos acuerdos, pactados en 2015, establecían que la docencia de Medicina en nuestra comunidad se haría con el profesorado propio de cada centro universitario. Es decir, profesores que desarrollan su actividad asistencial en los hospitales públicos de su área, que realizan sus tareas de investigación en el instituto biomédico asociado correspondiente y con su universidad de referencia, en nuestro caso la UDC.

Asignar, como se pretende, que el profesorado de los futuros médicos en los diferentes complejos hospitalarios pertenezca en exclusividad a la USC, rompe el equilibrio académico consensuado, socava la autonomía universitaria y científica de nuestro hospital, favorece la pérdida de talento, pone en riesgo la acreditación de nuestro instituto de investigación y afecta a la calidad docente. Además, propicia un desencuentro entre los profesionales que trabajamos en el Chuac (se generan dos bandos: los médicos de la UDC y los de la USC) y pone en riesgo la merecida carrera docente de muchos de nuestros compañeros.

El escenario que se perfila es, pues, profundamente injusto al convertir al Chuac en un mero centro satélite sin capacidad de desarrollo académico propio, con pérdida de competitividad, deterioro del tejido investigador y empobrecimiento de la oferta docente. Estas decisiones, avaladas por la inacción de las consellerías de Educación y Sanidad, comprometen de forma grave el futuro de un complejo hospitalario que ha demostrado sobradamente su valía, su potencial asistencial, docente e investigador y su lealtad institucional. Por eso, pedimos a los responsables políticos que escuchen, recapaciten, dialoguen, y sobre todo, actúen con la responsabilidad que exigen estos tiempos y la ciudadanía, a la que todos nos debemos.

No queremos ni podemos permanecer en silencio. No buscamos conflicto, sino soluciones, pero no seremos cómplices del desmantelamiento progresivo de nuestro hospital y de su papel en el ecosistema sanitario y universitario de Galicia. La opción pactada en el 2015, que no se ha cumplido, hubiera producido la descentralización real de los estudios de medicina en el Chuac. El incumplimiento de lo escrito no nos deja otra solución que la ya planteada: una nueva facultad de Medicina pública en A Coruña.

Mientras tanto, seguiremos trabajando con la misma entrega, ilusión y compromiso y con la firme y decidida determinación de defender el legado de nuestros mayores y maestros.

Javier de Toro Santos es jefe del Servicio de Reumatología del Chuac, profesor y coordinador de la sección de Medicina de la UDC.

Mar Castellanos Rodrigo es jefa del Servicio de Neurología, directora científica del INIBIC y profesora de la UDC.

En nombre de compañeros consultados del Chuac, nuestro hospital.