Agujero de gusano

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

XOAN A. SOLER

12 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque se proyecte desde el futuro, la ciencia ficción siempre habla sobre el presente. Aunque esté plagada de invenciones tecnológicas, en realidad quiere resolver problemas puramente filosóficos. En el fondo, las naves espaciales son vehículos hacia el alma. Seguramente por eso, durante mucho tiempo la ciencia ficción ha fantaseado con la posibilidad de doblar el tiempo hasta el límite de sí mismo para ver qué pasará después de que nosotros hayamos caminado la Tierra y, sobre todo, poder enmendar lo que ya hemos vivido.

Quizá por eso no es sorprendente que una de las preguntas que ha contestado el nobel de Física Kip Thorne en Santiago es si la gente se le acerca para saber si existe realmente la posibilidad de viajar al futuro y así poder ser eternamente joven. Sí, ocurre. Pero lo que realmente anhelamos es precisamente lo contrario. A Kip Thorne se ha acercado mucha más gente preguntando por la posibilidad de regresar al pasado para corregir su propia vida. Cruzar un agujero de gusano para evitar un duelo que sigue aferrado a los trocitos de un corazón que nunca llegó a recomponerse del todo, o borrar de un plumazo el arrepentimiento que ha acompañado una decisión, o la ausencia de ella. Aunque es probable que todo estalle, quizá la ciencia, algún día, sea capaz de recomponer el alma. Y no solo el cuerpo.