
Las pymes y autónomos representan el 99,8 % y generan el 62,1 % del empleo empresarial. Los costes de cumplimiento tributario son realmente desproporcionados comparados con su volumen de negocio, por lo que se prevé que acabarán cerrando en 3 y 5 años. El desempleo de menores de 25 años está en un 26,5 % y la tasa general es de un 10 %. No cabe duda de que a todos nos gustaría tener una excelente calidad de vida, trabajar menos, conciliar más y ganar lo mismo, pero debemos ver la productividad y rentabilidad de las empresas teniendo en cuenta que sin gallinas no hay huevos. Y por supuesto con estos desoladores datos lo que se generará será un aumento de paro y por supuesto de pobreza. Las manifestaciones de los representantes sindicalistas y de algunos políticos son muy alentadoras y populistas, pero parecen caídos de una nube en la cual para ellos es el cielo, ya que obtienen una buena cosecha con el menor esfuerzo y osan decir que el 99,8 % de las pymes se están forrando, que se encarezcan los despidos y que se rebajen las horas de trabajo sin rebajar el sueldo. Los dirigentes de pymes y autónomos trabajan una media de 12 horas, no tienen vacaciones y son los últimos en cobrar tratando de mantener los puestos de trabajo. Y en caso de despidos, tendrían que hipotecar su propia vivienda. Que piensen que tan solo el 0,2 % son grandes empresas y las demás intentan sobrevivir, a pesar de la tremenda presión fiscal, añadiendo la falta de personal cualificado por la nefasta política de formación profesional. Pero esa es otra historia. Diego Fernández. A Coruña.
Europa no puede mantenerse inmóvil
El plan arancelario anunciado por Donald Trump supone un cambio de paradigma para el libre comercio entre EE.UU. y sus socios. Las medidas adelantadas por el presidente norteamericano, aplazadas de momento por tres meses su aplicación en los países europeos, no solo impugnan los fundamentos tradicionales del partido republicano, sino que menoscaban gran parte de lo que ha caracterizado a Estados Unidos durante décadas. El mundo entero tendrá que reaccionar ante unas nuevas reglas que debilitarán el contexto de cooperación recíproca entre países. Ursula Von der Leyen insistía en la necesidad de retomar el diálogo y subrayaba la posición de fuerza de Europa, pero también ha garantizado que existe un plan de ruta en el caso de que Trump consume sus amenazas. Nadie saldrá ganando a largo plazo en una guerra arancelaria, pero Europa no puede mantenerse inmóvil ante una colección de medidas que no encuentra precedentes en la historia reciente. Domingo Martínez. Burgos
Alternativa energética
Entre un fallo de las renovables que nos deja a oscuras doce horas o un fallo en las nucleares que nos causa un Fukushima, no albergo dudas. E. S. D. Oleiros