
Marcor Xove, especializada en obra marítima, supera los 20 empleados y rondará los 4 millones facturados en el 2025
22 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El afán de superación adquirido desde la cuna (es hijo de madre soltera y labradora) unido a las ganas de conocer mundo y ganar dinero llevaron a Luis Martínez Rouco (Xove, 61 años) a no «conformarse» con entrar a trabajar en la fábrica de Inespal (actual Alcoa San Cibrao) o a embarcarse en la época en que el sueldo que cobraba un marinero permitía pagar un piso con una o dos costeras del bonito. La década de los años setenta del siglo pasado llegaba a su fin, pero él aspiraba a más y, tras cursar estudios de Formación Profesional de tornero y fresador, así como varios cursos de patrón de pesca y mecánica, se especializó en trabajos en obra marítima, concretamente en el buceo. «Adaptábame a todo e vin que de buzo tiña traballo asegurado e gañaba tres veces máis do que gañaba como operario», destaca Luis Martínez sobre el origen de Marcor Xove, una empresa fundada en el año 2000 con sede en el municipio mariñano e instalaciones en Xove y Viveiro, especializada en obra civil y marítima que ha realizado trabajos en los 128 puertos de Galicia, así como en las cinco autoridades portuarias de la comunidad: Ferrol-San Cibrao, A Coruña, Vilagarcía, Marín y Vigo. También en Asturias o Cantabria. En el 2025, rondará los cuatro millones de facturación.
De la superficie del agua hacia abajo, y hasta los 20 metros de profundidad, los profesionales contratados por Marcor Xove llevan a cabo todo tipo de trabajos de obra marítima en piscifactorías, puertos o astilleros de toda la zona norte, entre otros. Entre los proyectos más recientes destaca el montaje de defensas para barcos en el astillero de Armon, en Burela, además de la ejecución de un contrato de cuatro años de mantenimiento en los puertos de Santander.
Ocho buzos y una draga
Marcor lleva a cabo también diferentes operaciones con los bloques del dique de Burela o se ocupa de la remodelación del puerto deportivo de Baiona, en Pontevedra, y monta un travelling para sacar barcos en el puerto de Avilés. «Non paramos. A verdade é que temos moito traballo», explica Martínez, que da empleo en la actualidad a unas 22 personas. De ellas, ocho son buzos, cuatro trabajan en la draga (Punta Galea) y en embarcaciones de menor tamaño que de manera habitual dan apoyo a los buceadores; tres en las oficinas de Viveiro, dos son maquinistas y entre «catro ou cinco» son oficiales de segunda de construcción.
Además, la empresa cuenta con un ingeniero de obras públicas. Al frente de todos está Martínez, que hasta hace poco tiempo realizaba todo tipo de labores en un negocio que conoce a la perfección de cabo a rabo. Desde bucear hasta conducir el camión grúa o manejar la retroexcavadora. «Son o xerente e ocúpome de escoller as obras se vexo que temos capacidade para facelas e fágolles o rendemento, é dicir, o esquema, pero ata hai pouco andaba co resto tamén, e deixei de bucear hai tan só seis ou sete anos. Non sei facelo doutra maneira!», sostiene.
La empresa mariñana no ha dejado de expandirse y evolucionar desde su creación. No en vano, hasta hace «dous ou tres anos», según afirma Martínez, entre el setenta y el ochenta por ciento de los trabajos que realizaba estaban relacionados con el buceo. Sin embargo, en este momento, el buceo supone un 20 % y la obra civil un 80 %. Los porcentajes se han invertido. «Pero non porque a carga de traballo no mergullo fose a menos, senón porque agora ofertamos nós a obra enteira sen necesidade de ir como subcontrata doutra. É dicir, ademais dos traballos de mergullo, que era o que faciamos antes, facemos o resto da obra. Iso supuxo un salto cualitativo importante», comenta el gerente, quien también se hace eco de las dificultades para encontrar mano de obra especializada. Luis Martínez considera que las políticas de empleo actuales y la «gran carga fiscal y laboral» que afrontan empresas como la suya les impide seguir creciendo.
Hace tiempo, Marcor se ocupó de dos trabajos que llamaron especialmente la atención debido a su espectacularidad: las reconstrucciones del faro de Burela o de la torre baliza Picamillo, situada entre Portonovo y la isla de Ons, en el litoral costero de la provincia de Pontevedra.