China eleva el pulso con Japón con unas maniobras militares en el mar Amarillo
INTERNACIONAL
La primer ministra nipona abre la puerta a reformar la carta magna para acabar con su era pacifista
15 nov 2025 . Actualizado a las 20:13 h.China ha impuesto una prohibición temporal de navegación en parte del mar Amarillo para ejecutar maniobras con fuego real entre el próximo lunes y miércoles, en plena escalada de tensiones con Japón. Si bien el área determinada para las maniobras se encuentra a una distancia considerable del archipiélago nipón, Pekín hizo coincidir el anuncio en medio del repunte de las tensiones entre Tokio y Pekín tras las declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, insinuando que su país intervendría militarmente en caso de una agresión china a Taiwán. China respondió convocando al embajador japonés en Pekín y advirtiendo de que Japón «pagará un precio doloroso» si interviene en el estrecho.
Las maniobras en el mar Amarillo se producen también en un año marcado por el 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, un contexto en el que China ha intensificado la retórica en torno al pasado militar japonés y ha resaltado episodios históricos vinculados a la invasión nipona.
Reforma constitucional
En la estela de algunos de sus predecesores conservadores, como el difunto Shinzo Abe, la primera ministra Takaichi ha vuelto a abrir la puerta a una polémica reforma constitucional que pondría fin a la era pacifista del país, iniciada tras la contienda mundial cuando Tokio renunció «para siempre» a la guerra como «derecho soberano» y que limita significativamente los movimientos de sus tropas.
Con la apertura de negociaciones con su principal socio de Gobierno, el Partido de la Innovación (JIP), Takaichi abanderó la propuesta de renunciar al artículo 9 de la Constitución. La reforma de ese artículo siempre ha suscitado críticas entre la población y es, generalmente, punto de fricción dada la significativa división existente en la sociedad, habida cuenta de que sitúa al país al borde del belicismo.
La Constitución nipona, que fue redactada por un comité de estadounidenses tras la rendición de Japón en 1945 y cambió el papel del emperador, lleva décadas sin ser modificada desde su entrada en vigor en 1947. Desde entonces, ni siquiera se ha iniciado un proceso de reforma, en parte debido a que es necesario contar con un gran apoyo en la Dieta (el Parlamento). Para sacar adelante la reforma, es necesario contar con el respaldo de dos tercios en las dos Cámaras, además del aval de la mayoría de la población en un referendo nacional.