J. D. Vance pone en pie de guerra al apacible pueblo inglés donde veranea: «Aquí no queremos matones»

P. V. LA VOZ

INTERNACIONAL

La tranquilidad de la zona donde está pasando sus vacaciones el vicepresidente estadounidense con su familia se ha visto alterada por intensas medidas de seguridad

13 ago 2025 . Actualizado a las 13:58 h.

El vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, ha puesto patas arriba la apacible vida de la región inglesa de los Cotswolds. Una idílica zona rural de Inglaterra con unos 3.000 habitantes que, de la noche a la mañana, ha tenido que aguantar en los últimos días exhaustivos controles de seguridad por parte del servicio secreto estadounidense y la policía británica. «No eres bienvenido». Es la proclama más extendida entre los vecinos. Pero no solo por las normas derivadas de la presencia del segundo de Donald Trump. También por una cuestión ideológica.

«Gaza se muere de hambre, Vance no es bienvenido», se puede leer en una gran pancarta a las puertas de una propiedad en la vecina localidad de Chipping North. Es solo uno de los mensajes contrarios a Vance que se han podido ver en el condado de Oxfordshire desde que se supo de su presencia en la zona. Pero hubo más. Muchos más. Especialmente los que se desplegaron durante la celebración de la «Fiesta de no bienvenida a Vance» organizada por asociaciones de nombres tan elocuentes como «Todo el mundo odia a Elon» o la «Coalición para parar a Trump». «Queríamos darle la misma bienvenida que él le dio a Zelenski en la Casa Blanca», dijo con ironía Lou Johnson, vecino de Charlbury de 75 años. Una manifestación, a medio camino entre la protesta visceral y la burla más típicamente inglesa, en la que se pudieron leer desde mensajes críticos con el vicepresidente —«Aquí no queremos matones»; «J. D. Vance, criminal de guerra»; «Vuelve a la Gilead y quédate tu retórica sexista, racista y homófoba»— a otros que se mofaban de sus capacidades —«La contraseña de J. D. Vance es "contraseña"»; «Vance aplaude cuando aterriza el avión»—. Otros le afeaban sus críticas a la supuesta falta de libertad de expresión en el Reino Unido, pidiéndole que veranease en otra parte. «Vete de vacaciones a Corea del Norte o Rusia, no a nuestro país democrático».

Las mofas a J. D. Vance no se quedaron en pancartas. La asociación Everygone Hates Elon contrató también un camión con pantallas led en sus laterales y la parte posterior para recorrer las calles de la zona mostrando un famoso meme que se burla del vicepresidente: muestra a Vance calvo, con la cara hinchada y sus ojos azules abiertos de par en par.

Vance se trasladó con su familia al condado de Oxfordshire después de mantener reuniones con el ministro de Exteriores británico, David Lammy, y con una representación diplomática ucraniana. Tras esos encuentros celebrados el 8 de agosto, él, su esposa, Usha, sus tres hijos y una nutrida comitiva de 19 vehículos llegaron a la mansión elegida, una coqueta vivienda del siglo XVIII con más de dos hectáreas de terreno a las que no le faltan de nada. Tiene pista de tenis, gimnasio e interminables jardines de estilo georgiano. Desde el pasado sábado, en la residencia se instaló un gran dispositivo de seguridad que incluye un pequeño helipuerto en los terrenos de la misma,.

Por supuesto, todo blindadísimo en cuanto a su seguridad. En la zona adyacente se han prohibido los vuelos de drones, y los vecinos se han encontrado cortados muchos de los senderos que utilizan habitualmente para pasear al aire libre. A eso se suman, además, los constantes controles del servicio secreto y los registros a todos los vehículos que se acercan a la pequeña localidad. Todo un incordio que ha llevado incluso a la dueña de la mansión alquilada por el vicepresidente a pedir perdón a todos los habitantes de la zona por «el circo que iban a tener que aguantar» durante esos días. 

El domingo, la comitiva se trasladó al Palacio de Hampton Court, antigua residencia del rey Enrique VIII, que cerró al público durante la visita del vicepresidente estadounidense. Y este miércoles, Vance visita a las tropas tropas estadounidenses instaladas en la base de la Real Fuerza Aérea de Faiford, en el sur de Inglaterra, que alberga soldados del Ala 501 de Apoyo de Combate y del 99º escuadrón de Reconocimiento Expedicionario de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.