Echan a golpes de una rueda de prensa en California al demócrata de origen mexicano Álex Padilla: «Si esto le pasa a un senador, imagínense lo que le hacen a la gente»
INTERNACIONAL

La tensión por las redadas y el control migratorio en Estados Unidos va en aumento. Padilla, de padres mexicanos, reprochó estas políticas en una rueda de prensa de Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, y acabó esposado en el suelo
13 jun 2025 . Actualizado a las 12:14 h.Comparecía en rueda de prensa en Los Ángeles, California, Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, y cara visible de las polémicas medidas antiinmigración de la administración Trump, que han provocado un aumento sin precedentes de las redadas y deportaciones masivas de miles de trabajadores de diferentes países. Mientras Noem daba explicaciones, de entre los asistentes, alguien se presentó: «Soy el senador Alex Padilla. Tengo preguntas para la secretaria». Era la voz del senador demócrata de California, de padres mexicanos, y contrario a los nuevos controles a inmigrantes y sin papeles. Las políticas para residir y trabajar en EE.UU. se han endurecido extremadamente para los foráneos. Padilla trata de hacerse paso mientras es sujetado por agentes del Servicio Secreto y el FBI, que impiden que pueda dirigirse a la secretaria Noem y ejercen tal fuerza sobre él que, pese a su corpulencia, acaba tendido en un pasillo aledaño y esposado. «¡Quítenme las manos de encima!», clama el senador ya sin poder levantarse del suelo.
Tras lo ocurrido, Noem ha señalado en una entrevista en canal de televisión Fox, que tras el altercado ha tenido una conversación con Padilla. «No dijo quién era hasta que ya estaba abalanzándose hacia adelante y la gente estaba tratando de detenerle», dijo, añadiendo que comportamientos de este tipo están «mal» y son «pura teatralidad política». Su compañera Tricia McLaughlin, subsecretaria de Seguridad Nacional ha lamentado la actitud del demócrata por «provocar a los agentes del orden». «Un comportamiento increíblemente agresivo por parte de un senador estadounidense en funciones», ha señalado en sus perfiles en redes sociales.
Según el FBI, Padilla «se resistió»
El subdirector del FBI, Dan Bongino, ha respaldado las acciones de los agentes contra Padilla, afirmando que el senador opuso resistencia al ser confrontado. «Nuestro personal del FBI actuó de manera completamente apropiada mientras ayudaba al Servicio Secreto», se refirió a lo ocurrido.
Por su parte, el senador demócrata ha contradicho la versión proporcionada por la secretaria de Seguridad Nacional, declarando en una entrevista con la cadena de televisión CNN que no se opuso a la actuación de los agentes, simplemente preguntó repetidamente por qué estaba siendo detenido cuando lo empujaron y echaron del lugar.
Contrario a deportaciones que afectan a «todo el país»
En cuanto a las redadas antiinmigrantes, el senador fue claro: «Mentiras, mentiras, mentiras», se expresó para explicar después que asistió a la comparecencia para cuestionar a Noem sobre las redadas migratorias, ya que considera que «esta administración ha sido todo menos transparente con los miembros del Senado y el Congreso en general».
«Si esto me puede pasar a mí, senador de Estados Unidos que representa al estado de California, imagínense lo que le están haciendo a la gente de las comunidades, no solo de Los Ángeles, sino de todo el país», denunció Padilla. Aunque se reunió con Noem tras el incidente, ella «no fue comunicativa» y no ofreció disculpas por lo ocurrido.
El clima de tensión es máximo en California. Y esta violenta escena dejó atónitos no solo los colegas demócratas de Padilla, también ha habido críticas de los republicanos, incluido el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien censuró la actitud de Padilla en su encontronazo con el senador demócrata. El incidente se suma a la escalada de violencia que se vive entre el estado California y el gobierno federal, después de que Donald Trump desplegara tropas de la Guardia Nacional y marines estadounidenses en Los Ángeles para sofocar las protestas provocadas por las redadas migratorias, a pesar de las objeciones del gobernador del estado y el alcalde de la ciudad.