El Boeing 787-8 se estrelló contra un edificio del campus universitario al poco de despegar de la ciudad de Ahmedabad, dejando 241 muertos en el aparato y una veintena en tierra. El único pasajero que salvó la vida es Ramesh Vishwaskumar, británico-indio de 38 años residente en Londres.
12 jun 2025 . Actualizado a las 22:47 h.Ramesh Vishwaskumar, británico-indio de 38 años residente en Londres, es el único superviviente de los 242 ocupantes del vuelo 171 de Air India con destino al aeropuerto londinense de Gatwick que se estrelló este jueves, un minuto después de despegar a las 13.38 horas, contra un campus universitario en la ciudad india de Ahmedabad.
En esta tragedia aérea, la peor en el mundo en la última década, han muerto un total de 265 personas, cifra que incluye víctimas tanto del avión como de tierra. Esta es el primer dato concreto de cuerpos recuperados proporcionada por una fuente oficial desde que se estrelló el Boeing y sugiere 23 muertos en las instalaciones universitarias sobre el que se precipitó el aparato de Air India. Entre los ocupantes fallecidos en el avión está Vijay Rupani, exgobernador del estado de Gujarat y figura de peso del partido del primer ministro indio, Narendra Modi.
El jefe de la Policía de esta localidad, Gyanendra Singh Malik, confirmó que la persona con vida ocupaba el asiento 11A del Boeing 787-8 Dreamliner. Canales de televisión emitieron imágenes en las que se ve a Viswahkumar, que se encontraba en la ciudad visitando a su familia, saliendo andando de la zona del siniestro hasta una ambulancia
Campus universitario
La aeronave impactó directamente contra uno de los edificios de la residencia del BJ Medical College, un momento en el que numerosos estudiantes se encontraban en el comedor de las instalaciones al ser la hora del almuerzo. Parte del fuselaje del avión derribó muros y quedó incrustado en la estructura. Entre las víctimas mortales confirmadas hay cuatro estudiantes y un médico residente.
El Gobierno indio desplegó a la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF) para las labores de recuperación, que según el ministro del Interior, Amit Shah, estaban «casi completas» informa la agencia Efe. A partir de ahora se dará paso al proceso de identificación por ADN, ya que la mayoría de los cuerpos han quedado carbonizados hasta quedar irreconocibles.
La masiva pérdida de vidas se atribuye a que el impacto provocó un incendio con temperaturas extremas que hizo imposible el rescate. «El avión transportaba casi 125.000 litros de combustible y, debido a la alta temperatura, no había posibilidad de salvar a nadie», afirmó en una comparecencia ante la prensa del ministro del Interior, quien confirmó personalmente el hallazgo de un superviviente de entre los 230 pasajeros (169 indios, 53 británicos, 7 portugueses y un canadiense) y doce tripulantes (dos pilotos y diez tripulantes de cabina).
En cuanto a las causas del siniestro, el Gobierno anunció el inicio de una investigación «urgente». El director ejecutivo de Air India, Campbell Wilson, pidió evitar las especulaciones y aseguró que la aerolínea compartirá únicamente información «precisa y oportuna».
Narendra Modi subrayó que «la tragedia en Ahmedabad ha impactado y entristecido a todos». «He estado en contacto con ministros y autoridades que trabajan para dar ayuda a los afectados», destacó
Numerosos líderes internacionales expresaron sus condolencias por el siniestro, entre ellos los de países que han perdido a sus nacionales. El primer ministro británico, Keir Starmer, subrayó en la red social X que las escenas del avión estrellándose contra una zona habitada eran «devastadoras». El rey Carlos III dijo que tanto él como su mujer «están absolutamente impactados» por «los terribles acontecimientos de esta mañana en Ahmedabad». «Nuestras oraciones especiales y nuestro más sentido pésame acompañan a las familias y amigos de todos los afectados por este trágico incidente en tantos países, mientras esperan noticias de sus seres queridos», apuntó.
Por su parte, el primer ministro de Canadá, Mark Carney, se mostró «devastado» por el suceso. «Funcionarios de transportes de Canadá están en contacto estrecho con sus homólogos y estoy recibiendo actualizaciones de forma regular mientras avanza la respuesta a esta tragedia», dijo.
Por su parte, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) ha mostrado su disposición a enviar ayuda y desplegar un equipo técnico para analizar las causas del siniestro del Boeing 787.
La multinacional estadounidense trasladó su pésame a los afectados por el accidente y ofreció asistencia. «Estamos en contacto con Air India en relación con el vuelo 171 y estamos preparados para ayudar», aclaró Boeing, que además apuntó que esta «recabando información» sobre lo sucedido.
Un mancha más en el historial de Boeing
J. C. Rivas Washington / eFE
Aunque el accidente sufrido este jueves por un Boeing 787 Dreamliner de la aerolínea Air India es el primero con víctimas mortales de este modelo de avión, el suceso vuelve a centrar la atención en el historial reciente de seguridad del fabricante aeronáutico estadounidense. La compañía aérea no acaba de levantar cabeza tras varios años aciagos. El eco de la peor catástrofe aérea de la India en casi tres décadas llegó a Wall Street, que este jueves abrió en rojo, con Boeing cayendo más de un 5 %.
El siniestro es el primer accidente fatal de un 787 Dreamliner, un bimotor de fuselaje ancho que inicio sus vuelos en el 2009 y del que Boeing ha construido cerca de 900 unidades.
Pero este accidente se produce cuando la compañía intenta recuperarse de los graves problemas de imagen que sufre desde los incidentes del modelo 737 Max, otro bimotor más pequeño y de fuselaje estrecho.
En el 2018 y el 2019, dos aviones de este tipo se estrellaron en Indonesia y Etiopía, provocando la muerte a 346 personas. Las investigaciones iniciadas tras esos dos accidentes detectaron que Boeing había cometido irregularidades, como el uso de titanio defectuoso y deficiencias de diseño, para lograr la certificación de los aviones.
En el 2024, un 737 Max de la compañía Air Alaska realizó un aterrizaje de emergencia al sufrir en pleno vuelo el desprendimiento de un panel que cubría el espacio para una de las puertas de emergencia del avión. El incidente agravó los problemas de imagen a la compañía y provocó una fuerte caída de sus ingresos en los seis primeros meses. Ese mismo año, un ingeniero de Boeing denunció a las autoridades graves deficiencias de seguridad en el proceso de fabricación del 787 Dreamliner.
En mayo, la multinacional llegó a un controvertido acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos que ha permitido que Boeing evitar ser declarada culpable de defraudar a las autoridades por los accidentes aéreos del 737 Max hace siete y ocho años.