
Un Celta con once jugadores con pasado en el filial, nueve en el once, y más de la mitad con pasado reciente en Primera RFEF, superó en fútbol al Villarreal
01 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La valentía resume la apuesta del Celta. La de Claudio Giráldez para tirar de muchos de los jugadores que hace menos de dos años dirigía en Primera Federación y la de los propios futbolistas para llevar un modelo de juego arriesgado a la máxima categoría y ante un rival de Champions como el Villarreal.
El Celta saltó al campo con dos jugadores con pasado muy reciente en el fútbol de bronce, Manu Fernández y Miguel Román; con otro que tras pasar por el filial, estuvo el curso pasado cedido en el Albacete, Javi Rueda; con tres más que no hacen mucho correteaban por Barreiro, Hugo Sotelo, Pabo Durán, Carlos Domínguez y Javi Rodríguez, y con Iago Aspas como mariscal del campo. Después, se unieron al órdago desde el banquillo Hugo Álvarez y Borja Iglesias.
Todos ellos demostraron creer a ciegas en la libreta de la presión alta, el control de balón, el juego vertical siempre que sea posible y el ataque como razón de ser. Ante uno de los equipos más ordenados de la liga, los vigueses fueron capaces de tirar en diez ocasiones, aunque solo dos entre los tres palos del rival, y de ostentar un 65,2 % de balón ante un oponente con futbolistas excelentemente dotados a nivel técnico.
Porque Balaídos es mucho Balaídos. ???
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) August 31, 2025
Un testarazo de @BorjaIglesias9 rescata un punto para el @RCCelta ante el Villarreal. (1-1)#LALIGAEASPORTS #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/P7zTUZhgvB
El partido y la apuesta táctica fue un órdago a un equipo que llegaba con siete goles a favor, ninguno en contra y con seis puntos de seis posibles. De hecho, en el minuto 93, Marcelino se veía líder, tirando de músculo y calidad, pero, al menos, el Celta fue capaz de hacer diana en el segundo de sus disparos entre los tres palos. En una jugada en la que intervinieron tres exCelta B.
Afirmaba Claudio Giráldez en la rueda de prensa posterior al encuentro que le gusta que «se normalice» la presencia de jugadores como Miguel Román -que debutaba- y Manu Fernández -que lo hacía en Balaídos y que jugaba su segundo encuentro en la élite- y que, «ante un rival de Champions, se impongan en los duelos y juguen muy bien, con una naturalidad pasmosa». «Es muy bueno que lo normalicemos, pero nos tiene que ubicar», deslizaba.