
Claudio Giráldez espera que se note la diferencia de lo que está en juego entre ambos
24 may 2025 . Actualizado a las 15:31 h.Convencidos del triunfo, pero sin un ápice de confianza. Con un plan de partido que pasa por salir de la presión, ganar los segundos balones y evitar los centros laterales, y con la premisa de demostrar desde el saque inicial que el equipo que se juega tres puntos vitales es el Celta ante un Getafe con los deberes hechos, pero siempre peligroso. Esa es la escenografía que dibuja Claudio Giráldez para un partido en el que no existe la presión, sino la ilusión por alcanzar un objetivo que no entraba en la hoja de ruta.
EL PARTIDO
«Lo más parecido a una final»
Claudio Giráldez acepta ahora que el partido de Getafe es «lo más parecido a una final», recordando que llegan en una situación privilegiada y que van a mantener sus «señas de identidad y jugar el partido de la misma manera» que lo han hecho «todos los fines de semana». «Cuanto más cerca estemos de nuestro nivel habitual, más cerca estaremos de ganar el partido», deja claro.
EL RIVAL
«Me espero un Getafe competitivo, con las ideas claras y que venda muy caro cada metro»
El Celta no se espera un rival de vacaciones ni en chanclas, todo lo contrario. El entrenador de O Porriño advierte: «Me espero un Getafe competitivo, como siempre, con las ideas claras, que vende muy caro cada metro de campo, que te defiende alto, que es capaz de robarte en avanzado, que corre muy bien en transición, con un potencial brutal en centro lateral y en el balón parado».
NECESIDAD
«Vamos a intentar hacer un partido en el que se note la diferencia»
El Getafe no se juega nada a nivel clasificatorio y el Celta, una plaza europea, algo que Giráldez quiere que se note en el campo: «Vamos a intentar hacer un partido en el que la diferencia se note», pero también advierte que «a priori e un partido igualado contra un rival muy complejo, al que es muy difícil meter mano, de dominar y de generarle ocasiones, de hacerle goles». «Tenemos que estar a muy bien nivel para ganarlo», añade.
FALTA DE CONTINUIDAD
«Tenemos que entender muy bien tácticamente el partido para salir de su presión»
El Celta tiene una media de juego efectivo de 59 minutos por partido, nueve más que el Getafe. Para que los vigueses puedan darle continuidad al juego, Giráldez pide a los suyos que sean capaces «de entender muy bien tácticamente el partido de cara a poder salir de sus presiones, para llegar a campos abiertos y tener más tiempo de posesión». Del mismo modo, avisa que el Celta «tiene argumentos para poder ganar jugando 50 o 59 minutos».
A DOMICILIO
«En la segunda vuelta hemos perdido tres partidos fuera»
El Celta dio un cambio radical como visitante con respecto a la segunda vuelta. Se encargó de ponerlo en valor el entrenador: «Hemos perdido tres partidos fuera de casa: en Valencia, ante el mejor equipo de la segunda vuelta; en el Bernabéu y en Montjuïc», indicando a continuación: «Estamos convencidos de que vamos a ganar el partido».
PRESIÓN
«La hay en todos los partidos pero hay que convertirla en ilusión»
Convertir la presión en ilusión es otro axioma para la final del Coliseum: «Presión hay siempre en los partidos de Primera División y lo que tenemos que convertirlo es en ilusión. Creo que es lo que tenemos todos para ganar este partido yendo séptimos, para acabar séptimos, para meternos en Europa, que nadie se imaginaría» a principio de temporada ni más avanzada la liga. Confiesa que están con «muchas ganas de que empiece, muchas ganas de ganarlo y un convencimiento pleno en que el equipo sabe cómo ganarlo y que da confianza a todos». Destaca que vio muy contento a todo el plantel durante la semana.
PLAN DE PARTIDO
Salir de la presión, ganar los segundos balones y evitar los centros laterales
El técnico tiene clara la hoja de ruta hacia el triunfo. La primera premisa es «tener claro cómo salir de la presión». La siguiente, las segundas jugadas: «Debemos estar atentos y ganar muchas más situaciones de segundo balón». También, intentar evitar los centros laterales que tanta factura le pasaron al equipo ante el Rayo. «Nos tiene que servir de preaviso», dijo en la única ocasión que giró la vista atrás.