
Claudio Giráldez ya tiró de toda la plantilla en los dos partidos en tres días y solo Ilaix Moriba, Carlos Domínguez y el portero Guaita lo jugaron todo
14 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta no tiene nombres, pero sí una plantilla muy larga y, además, un entrenador que utiliza a todos. Por eso, en tres partidos, alineó a 21 jugadores y solo tres, Ilaix Moriba y Carlos Domínguez disputaron los 180 minutos, además del portero Vicente Guaita. De todos los que convocó para estas dos citas, solo los porteros Iván Villar y Marc Vidal, más Miguel Román, el mediocentro del filial, se quedaron sin jugar, aunque no puede descartarse que el gondomareño pueda tener su oportunidad el domingo ante el Rayo Vallecano en Balaídos.
Claudio hizo siete cambios con respecto a la alineación del sábado. Entre los que sí repitieron, dos jugadores que habían disputado los 90 minutos ante el Sevilla: Ilaix Moriba y Carlos Domínguez, que volvieron a finalizar el partido ante la Real. Especialmente llamativo fue el caso del guineano, que acabó desfondado el sábado y volvió a hacerlo el martes, pero el técnico de O Porriño quiere aprovechar al máximo su estado de forma en el momento culminante de la liga.
Con todos los demás jugadores, fue buscando piernas frescas dentro de lo posible. Lo hizo con Ristic y Javi Rodríguez en la zona defensiva, con Carreira en el carril zurdo, Beltrán en el pivote, y con un ataque completamente remozado con Borja Iglesias, Fer López y Alfon. Luego, fue añadiendo jugadores que se habían dejado la vida ante el Sevilla, como Pablo Durán, Swedberg o Yoel Lago, además de Iker Losada y Hugo Sotelo.
En Anoeta, de los que habían tenido minutos el sábado, solo quedaron sin saltar al campo Iago Aspas, Hugo Álvarez, Damián y Cervi, cuatro futbolistas que seguramente serán importantes en la contienda del domingo.
Que todos se sientan partícipes e importantes es uno de los secretos de este equipo, donde todo el mundo ha llegado al convencimiento de que puede aportar y sumar. Atrás quedan las rachas en las que era imposible ganar sin Iago, y ayer, además, el equipo lo hizo también sin Marcos Alonso y Starfelt. Encima, vestido de naranja, un color que estaba peleado con el triunfo en liga. Una fe que mueve montañas en cada partido.