
El Celta-Sevilla se juega el día que se cumple una década de la única vez que Iago fue visitante en Balaídos, como jugador del cuadro hispalense el 10 de mayo del 2015
10 may 2025 . Actualizado a las 00:28 h.El 10 de mayo del 2015, Iago Aspas se enfrentó por única vez en su carrera al Celta. Fue con el Sevilla apenas unas semanas antes de regresar a casa, aunque por aquel entonces, pocos lo imaginaban y él jugaba al despiste. Exactamente diez años después, este sábado, el moañés se mide a su exequipo convertido en la mayor leyenda del club de su vida, donde ha protagonizado una auténtica década prodigiosa en el plano individual.
«Esta es mi casa y espero volver algún día», decía el canterano aquel día en que Unai Emery le había dado una de sus escasas titularidades con el conjunto hispalense —en concreto, cuatro en Liga; aquella, la última—. En esa cita, Aspas disputó 60 minutos antes de dejar su sitio a Bacca, lidió con su amigo David Costas y vio una tarjeta amarilla; se llevó el aplauso de un Balaídos que no sabía que la cuenta atrás para volver a tenerlo de local estaba en marcha. Su regreso se anunció poco más de un mes después, el 12 de junio.
El emblema celeste ponía fin entonces a dos temporadas fuera de casa que no habían sido como esperaba. Tras destacar en su primer año en Primera con el Celta, en la temporada 2012/2013, se había decidido entre sus pretendientes por el Liverpool y, tras no cuajar allí las cosas, había optado por un Sevilla donde también tuvo un rol secundario. Hubo -pocos- quien desconfió del rendimiento que pudiera das a su vuelta al venir de dos años tan discretos. Él, que no ocultaba que necesitaba «recuperar la confianza», lo sabía: «Para mí es una reválida, intentaré ayudar a mis compañeros para poder luchar por cotas mayores. Por qué no soñar con Europa», deslizaba. Y, efectivamente, lo consiguieron en aquel primer curso a su vuelta.
La historia de Aspas en el Celta a partir de aquel momento es por todos los aficionados al fútbol conocida. Esta es la décima temporada seguida —todas desde que retornó— en la que marca un mínimo de nueve goles y, aunque últimamente haya sido saliendo desde el banquillo, demuestra continuamente que todavía tiene mucho que aportar.
A lo largo de esta etapa, además, ha sido el máximo goleador español de Primera en cuatro ocasiones y ha tirado del carro para salvar al equipo las veces que ha estado en la cuerda floja, aparte de haber disputado una semifinal de Europa League, dos de Copa y haber sumado en este período partidos con la selección española que incluyeron la participación en el Mundial del 2018.