La expareja ha retirado la casa del mercado y ha acordado conservar la propiedad conjunta hasta un momento más propicio
04 jul 2025 . Actualizado a las 05:05 h.Pronto se cumplirá un año desde que Jennifer Lopez presentó los papeles del divorcio para romper todos sus vínculos con Ben Affleck, que era su marido desde julio del 2022. Desde entonces, la pareja ha emprendido vidas separadas, pero todavía mantienen un último vínculo económico que no consiguen disolver: su opulenta mansión en Beverly Hills. Como revela la revista People, después de todo este tiempo esperando la llegada de un comprador que se quedara con sus doce dormitorios y 24 cuartos de baño, ahora han cambiado de planes.
Primero apostaron por venderla fuera del mercado, un intento de mantener la privacidad en torno a su posesión, pero finalmente decidieron sacarla a la venta pública. Fuentes de la revista aseguran que la pareja siempre confió en poder encontrar comprador, pero también estaban temerosos de tener que afrontar pérdidas si querían despacharla rápido. Incluso llegaron a bajar un poco el precio, de los 68 millones de dólares iniciales (57,7 millones de euros) a 59,5 millones de dólares (50,5 millones de euros).
Después de todos estos meses a la espera, Lopez y Affleck se han puesto de acuerdo en retirarla del mercado y conservar la propiedad conjunta a la espera de un momento más propicio.
Un año después de la separación, la expareja sigue todavía unida por esta propiedad inmobiliaria. Siete meses después de que la pareja diera por zanjado definitivamente su matrimonio tras meses separados, el actor revelaba en una entrevista a GQ que la verdad sobre su ruptura «es mucho más sencilla y cotidiana de lo que la gente cree».
«La verdad es que cuando le preguntas a alguien: ´Oye, ¿qué pasó?, bueno, no hay un esto es lo que pasó´», apunta. «No hay escándalo, ni telenovela, ni intrigas», deja claro. «Supongo que existe una tendencia a querer identificar las causas profundas de una ruptura pero, si te soy honesto —y vuelvo a repetir—, la verdad es mucho más sencilla y cotidiana de lo que la gente cree o considera interesante», explica. «Es simplemente una historia sobre personas que intentan resolver sus vidas y relaciones de una manera como todos lo hacemos normalmente», confiesa con naturalidad, dejando claro que su fama no los convierte en seres ajenos a los devenires más cotidianos.
El protagonista de Daredevil se ha sentido en el centro de un culebrón que no podía controlar y que no se correspondía a lo que él estaba viviendo. «A algunas personas les gustan los culebrones. Y ese culebrón es independiente de la película que dirijas o en la que actúes. Les interesa el culebrón en general, y tú te has convertido en un personaje de ese culebrón. No lo escribes, no lo diriges, ni siquiera sabes que estás en él, pero estás», dijo.
Meses después del fin del matrimonio, el entorno de la pareja reveló que los problemas empezaron ya en la luna de miel y que la presión mediática fue clave en su desgaste y posterior separación.