Tamara Falcó frena su proceso de fertilidad: «He decidido darme un descanso, me encuentro saturada»
GENTE

La marquesa de Griñón asegura en una entrevista que, aunque es muy niñera, convertirse en madre no definirá su felicidad como persona
08 jul 2025 . Actualizado a las 15:41 h.«La maternidad es una bendición y soy muy niñera, pero puedo sentirme realizada en la vida sin ser madre». Tamara Falcó ha concedido una entrevista a la revista InStyle en la que explica que, tras probar distintos métodos para intentar quedarse embarazada, ha tomado la decisión de darse un descanso. «Me encuentro saturada. Me estaba afectando. Íñigo lo lleva mucho mejor, mientras para mí era como una espada de Damocles. No descarto nada porque, si Dios quiere, siempre está la forma natural, pero no es algo que vaya a definir mi felicidad como persona», confiesa la hija de Isabel Preysler en la revista.
Tras su mediática boda con Íñigo Onieva y una exótica y ostentosa luna de miel que llevó al matrimonio por Sudáfrica, Tahití y Bora Bora, la marquesa de Griñón fue fotografiada en una clínica de fertilidad especializada en naprotecnología. Ante la falta de resultados en dicho centro —estaba especializado en lograr embarazos a través de tratamientos naturales con el objetivo de suplementar hormonalmente el ciclo de la mujer—, Tamara optó por explorar otras opciones «dentro de mis valores morales», como ella misma explicó en su momento.
Cuando está a punto de celebrar su segundo aniversario de boda, Tamara, que admite que «la chispa es distinta», habla de su aprendizaje en el amor junto a Íñigo y de cómo ha evolucionado su relación de pareja. «Ya no somos las mismas personas que hace dos años, pero ahora conozco a mi marido mucho más», explica Falcó. «Es muy bonito querer a alguien en el tiempo. Como poner a dos caballos en la misma carroza: parece difícil que vayan al mismo ritmo, pero se puede lograr con entrenamiento, trabajo y confianza», cuenta la hija de Isabel Preysler. «Para mí es un gran alivio dejarlo en manos de Jesús, María y los santos que nos han ayudado mucho».
Habla de su marido Íñigo, del papa León XIV —«quizás es el Papa que necesitamos para que todo el mundo se entere del mensaje»— o de Donald Trump. También de sus dificultades para identificarse con una profesión. «Cuando me preguntan en los controles del aeropuerto no sé qué decir exactamente, porque no me identifico con una profesión en concreto, y tampoco digo que trabajo en televisión», explica en la entrevista. «Lo de chef es un punto intermedio porque, además de MasterChef Celebrity, también pude estudiar en Cordón Bleu». No se ve encima de un escenario, aunque según cuenta, «Pablo (Motos) suele decirme que tengo algo de humorista profesional y siempre he hecho reír a los demás, pero no podría explotarlo porque me sale de manera espontánea».
Sobre la presión que siente ante las críticas por su imagen, Falcó recuerda que no es modelo, «no siempre salgo bien en las fotos», y que como una «persona normal, con sus épocas mejores y peores, más tristes y más felices», intenta mantenerse al margen. «Me gustaría tener el metabolismo de mi madre o de mi hermana, que se comen tartas enteras y no engordan, pero no lo tengo… ¿qué quieres que le haga? No voy a dejar de comer ni a vivir a base de lechuga. Para mí no es viable», sentencia.