Los «yayoladrones» acusados de robar 10 millones de euros en joyas de Kim Kardashian, se defienden ante la falta de pruebas contra ellos

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Kim Kardashian, víctima del atraco, abandonando los juzgados de París en los que testificó el pasado 13 de mayo.
Kim Kardashian, víctima del atraco, abandonando los juzgados de París en los que testificó el pasado 13 de mayo. SADAK SOUICI | EFE

Llamados de ese modo por superar de media los 70 años, asaltaron a la celebridad en 2016 en su hotel mientras participaba en la Semana de la Moda de París. A día de hoy, gran parte del botín, como un anillo valorado en 4 millones, aún no ha aparecido. «Nos lo encargó el señor 'X'», dijo en el juicio uno de los imputados

23 may 2025 . Actualizado a las 15:59 h.

Las defensas de varios de los acusados en el juicio por el millonario robo de joyas a Kim Kardashian en París en 2016, han destacado esta semana en sede judicial la falta de pruebas contra sus clientes, a la espera de escuchar a los abogados de los dos principales imputados. La petición de penas realizada por la Fiscalía, oscila entre los 6 y los 10 años (esta última cifra para cuatro de los ocho acusados presentes).

Contra uno de ellos, Didier Dubreucq, «no hay nada» en forma de prueba determinante, insistió su abogada, quien recalcó que la acusación no ha podido aportar ni imágenes de videovigilancia, ni restos de ADN ni ninguna otra evidencia que le sitúe en el lugar y el momento del atraco. La investigación cree que Dubreucq fue uno de los dos enmascarados que apuntaron a Kardashian con una pistola y se hicieron con sus joyas.

Este acusado, un atracador reincidente de 70 años que acude varias veces por semana a sesiones de quimioterapia para tratar un cáncer de pulmón, insistió en su inocencia durante su interrogatorio la pasada semana.

De entre los acusados para los que se piden 10 años, destaca el caso del más joven, Marc Boyer, cuyo abogado apuntó a lo que considera un «desequilibrio» entre los «indicios» aportados por la investigación y la severidad de la pena solicitada.

La investigación apunta a dos culpables principales

Los otros dos acusados para los que se piden 10 años de cárcel no niegan su culpabilidad, ya que fueron identificados por su ADN, y sus abogados no han intervenido aún para defenderles. Se trata, en primer lugar del considerado por la investigación como el cerebro de la operación, Aomar Aïet Khedache (69 años), que rechaza haber jugado un papel tan importante, y que además sufre una enfermedad que le ha dejado sordo y casi mudo.

En su testimonio ha hablado de un misterioso «señor X», que según su testimonio habría encargado el robo y participado en el mismo, antes de desaparecer con el botín, que en su mayoría, casi una década después, no ha sido encontrado. Alegando su enfermedad aseguró, sin embargo, no recordar muchos detalles de ese hombre y se negó a revelar su identidad para proteger la seguridad de sus allegados contra posibles represalias.

El otro actor considerado principal en la trama es Yunice Abbas, un abuelo de 72 años, quien hasta publicó en 2021 un libro sobre el robo, en el que reconoció que ni siquiera conocía la identidad de su víctima.

Colaboradores secundarios

El defensor de uno de los acusados de suministrar información sobre los movimientos de Kim Kardashian a los atracadores argumentó que la actividad de la celebridad en redes sociales y sus apariciones en la Semana de la Moda de París de ese año hacían que «miles» de personas estuvieran al tanto de sus movimientos en tiempo real.

La propia Kardashian, en su declaración de la pasada semana, ya reconoció que tras el robo solo publica en redes sociales cuando se ha marchado de un evento, no mientras continúa en él. De los diez acusados, uno murió antes de comenzar el juicio y el otro no ha sido juzgado porque sufre alzhéimer en estado avanzado.

Los alegatos de las defensas dieron el contrapunto a la presentación de conclusiones y petición de penas de la Fiscalía

«No hay duda sobre la culpabilidad de los acusados», afirmó de forma rotunda la fiscal Anne Dominique Merville en su alegato final ante los jueces del tribunal. El robo, que dio la vuelta al mundo por la condición de estrella de la telerrealidad y de las redes sociales de la víctima -que tiene 356 millones de seguidores en Instagram-, tuvo lugar en la madrugada del 3 de octubre de 2016.

Esa noche, la banda asaltó un pequeño y discreto hotel de lujo en la zona de la Madeleine, en el centro de París, donde Kardashian se alojaba durante varios días porque asistía a varios eventos de la Semana de la Moda.

Los asaltantes se llevaron joyas valoradas en unos 10 millones de dólares, entre ellas el anillo de bodas que el rapero Kanye West había regalado a Kim Kardashian, una pieza con un diamante de 19 quilates y valorada en unos cuatro millones de dólares.

Los acusados fueron detenidos en enero de 2017. Fueron bautizados por la prensa francesa como los «yayoladrones» porque muchos de ellos superan o rondan los 70 años, con un largo historial delictivo y muchos años de prisión a sus espaldas.