Brooklyn Beckham y Nicola Peltz, invitados del príncipe Harry y Meghan Markle en su mansión de Montecito

Joaquina Dueñas MADRID / COLPISA

GENTE

Brooklyn Beckham y Nicola Peltz
Brooklyn Beckham y Nicola Peltz JM HAEDRICH / SIPA

El hijo de David Beckham es el centro de la polémica por su ausencia y la de su mujer en las recientes celebraciones del 50.º cumpleaños de su padre

15 may 2025 . Actualizado a las 13:38 h.

Los Windsor y los Beckham comparten desde hace décadas una estrecha relación, por lo que un encuentro más entre miembros de las dos familias no tendría que ser noticia si no fuera por las polémicas que rodean a sus protagonistas: Brooklyn Beckham y el príncipe Harry. Los duques de Sussex han organizado una cena en su casa de Montecito (California) para un grupo de amigos, entre los que estaban el hijo del exfutbolista y su esposa, Nicola Peltz.

Desde hace años, se ha venido hablando de la familia Beckham como «la otra» familia real inglesa. David y Victoria Beckham se casaron allá por 1999 en un castillo; su mansión en Hertfordshire, en Inglaterra, la más famosa de sus propiedades, es conocida como «Beckingham Palace» por su tamaño y estilo palaciego. Los dos miembros del matrimonio han sido distinguidos con la Orden del Imperio Británico, tienen un sello propio y entre sus empleados se cuentan extrabajadores al servicio de la difunta reina Isabel II.

Eso sí, hasta hace bien poco, les faltaba un escándalo basado en un enfrentamiento familiar y el hijo díscolo presente en cualquier monarquía que se precie (véanse Marta Luisa de Noruega y su boda con el chamán Durek Verret, la mala relación entre Joaquín y Federico de Dinamarca, las controversias protagonizadas por el príncipe Andrés o la ruptura de años entre el rey Felipe VI y su hermana Cristina, a quien retiró el ducado de Palma).

Por su parte, el príncipe Harry y Meghan Markle llevan años convertidos en el matrimonio de la discordia de la familia real británica. Enfrentados con el rey Carlos III y con el príncipe Guillermo, heredero de la Corona, intentan mantener el equilibrio de su imagen pública, oscilando entre la filantropía y la controversia. Además, en los últimos tiempos se ha hablado de un enfriamiento de su amistad con David y Victoria.

La visita de Brooklyn y Nicola se ha producido después de que ambos hayan sido los grandes ausentes en las grandilocuentes celebraciones del 50.º cumpleaños de David Beckham, que han incluido viajes en avión privado a Francia, visitas a bodegas o cenas de gala, entre otros acontecimientos. Hasta donde se conoce, el joven matrimonio estaba más que invitado a todos los eventos; sin embargo, Brooklyn prefirió no ir por diferencias con su hermano Romeo a cuenta de su actual novia, Kim Turnbull, con quien habría tenido un affaire hace años.

Parece que Brooklyn quiso tener un encuentro privado con su padre que no llegó a producirse, y tal es la tensión que no dedicó una sola palabra a su progenitor, al menos en público, para felicitarle por su medio siglo de vida. David, por su parte, sí publicó una fotografía con su hijo siendo niño para declararle su amor incondicional.

La ruptura entre los Beckham «no es para nada irreparable», ha explicado una fuente próxima a la familia a la revista People. «Lo aman y siempre están ahí para él. Simplemente están dolidos y decepcionados porque ahora no forma parte de la vida familiar», ha explicado sobre los sentimientos de David y Victoria hacia su hijo.

En medio de estas tensiones se ha producido la cena en casa de Harry y de Meghan, según ha informado la publicación estadounidense. «Si bien fue una reunión íntima, hubo varios invitados adicionales, entre ellos personalidades importantes y ejecutivos de cine», ha recogido. Sabedores de la delicada situación familiar, los duques de Sussex se mostraron «particularmente amables, atentos y generosos» con sus amigos.

Lo que parece complicado es que hayan podido darles consejos para una reconciliación, ya que las diferencias entre el príncipe Harry y su familia paterna parecen cada día más insalvables, especialmente después de que el hermano del príncipe de Gales admitiera en una entrevista que su padre no le habla.