La doble vida del padre de Vicky Martín Berrocal: «A los 20 años descubrí que tenía tres hermanos más»

P. V. LA VOZ

GENTE

Vicky Martín Berrocal, en su pódcast
Vicky Martín Berrocal, en su pódcast PODIMO

La diseñadora, que presenta un documental sobre las mujeres de su familia, ha contado su particular historia de sus padres, que se conocieron cuando él ya tenía mujer e hijos

14 may 2025 . Actualizado a las 08:59 h.

En su infancia, Vicky Martín Berrocal tenía un padre intermitente, que no podía decir que formase parte del hogar. «No recuerdo una imagen de mi padre en casa», le reconoció a Pablo Motos en una visita anterior a El Hormiguero. Cuando era una niña, aún no era consciente de que su padre tenía otra familia, una doble vida: una que lo unía a su madre en Huelva y otra que lo vinculaba a una mujer de Madrid con la que tenía también otros niños. Tardó mucho en saberlo, cuando tenía ya 20 años. Este martes, la diseñadora regresa al programa de Antena 3 en compañía de su propia madre con motivo del estreno del docurreality Las Berrocal, para Movistar Plus+, donde abordarán su escabroso pasado familiar.

La historia de sus padres comenzó en los años 70. José Luis Berrocal era un hombre muy conocido. Ganadero, hombre de negocios, se hizo con la gestión de la plaza de toros de Las Ventas, fue presidente del Recreativo de Huelva, se dedicó al boxeo. Un poco de todo. Durante un paseo en Huelva en su descapotable, vio a Victoria Martín Serrano caminando por la céntrica calle Concepción. Lo suyo fue un flechazo.

La madre de Vicky se enamoró perdidamente de ese hombre que parecía tenerlo todo. Lo que desconocía es que tenía incluso de más de lo que imaginaba. Era ya demasiado tarde cuando, tras una cena con un arquitecto amigo de José Luis, mientras los hombres charlaban en la barra, las mujeres se reunieron a una mesita. «¿Sabes que José Luis tiene una niña?», le espetó la mujer del arquitecto.

No quería creérselo, aunque en ese momento cobró sentido algo que él siempre mencionaba vagamente. «Te tengo que contar una cosa...», le había dicho en varias ocasiones. Esa misma noche, tras despedirse de la pareja, lo confrontó en el coche. Él intentó posponer la conversación para otro momento. Victoria Martín no lo permitió. «Tú tienes una hija», soltó, y vio como su rostro palidecía en segundos.

Fue poco después cuando se quedó embarazada de la primera hija en común, Vicky Martín Berrocal, que vino al mundo en 1973. Rocío, su hermana, nació años más tarde, en 1982. Crecieron con un padre ausente, que solo aparecía ocasionalmente, cargado de regalos. Lo que recuerda Vicky de las esporádicas apariciones de su padre era que, cuando él llegaba, su madre desaparecía, dejándola a ella con sus abuelos

La vida principal de José Luis estaba en Madrid. Estaba casado, desde 1966, con Marisa del Molino González, con quien tuvo tres hijos: Marisa, José Luis y David. El matrimonio duró más de 20 años, hasta 1994, cuando el padre de Vicky Martín Berrocal se mudó definitivamente a Huelva.

Rocío Martín Berrocal recuerda una ocasión, a los 12 años, cuando su hermana ya estaba en la universidad, en la que sus padres se fueron y la dejaron cuatro años viviendo con los guardeses de una finca de Linares. «Son como mi familia», destacó, «me dieron muchos valores y mucho de todo».

Para entonces, Vicky ya sabía de la existencia de la otra familia de su padre. Lo descubrió con 20 años, al conocer a su hermano por parte de padre en una discoteca. En realidad, no era la primera vez que se habían cruzado. Cuando era una niña, veraneó en uno de los hoteles que su padre poseía en Punta Umbría. En la piscina, vio a un niño que, en su opinión, era exactamente igual que ella. «¡Si es igualito a mí!», pensó, y no tardó en decírselo a su cuidadora. «Me sacó inmediatamente de allí y me dijo ¡vámonos!», recordó Vicky.

Ahí se quedó el asunto, en un extraño recuerdo infantil, hasta que, años después, en una discoteca volvió a ver a ese joven. «Estaba en la barra pidiendo y, a mi lado, estaba él». Su reacción fue la misma: notar en el evidente parecido que había entre ambos. En esta ocasión fue corriendo a contárselo a un primo que estaba allí. «Es tu hermano», le confesó él.

Al regresar a casa, se lo preguntó directamente a su padre: «¿Tengo un hermano?». La respuesta de su progenitor fue aún más inesperada: «No tienes uno, tienes tres».