Portugal se enreda de nuevo con la alta velocidad, tras una propuesta de modificar sustancialmente el único tramo ya adjudicado

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

GALICIA

Estación de Oriente, en Lisboa
Estación de Oriente, en Lisboa Brais Suárez

Vila Nova de Gaia propone modificar el primer tramo, mientras que el segundo deberá ser licitado de nuevo.

12 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La idea inicial estaba clara: un nuevo puente sobre el río Douro, con un tablero para trenes y otro para coches, conectando la terminal intermodal de Campanhã, en Oporto, y la de Santo Ovídio, en Vila Nova de Gaia. Bajo esas condiciones, la licitación para el primer tramo de alta velocidad ferroviaria entre Oporto y Lisboa se había aprobado y adjudicado en octubre al consorcio portugués Lusolav. Y, a pesar de que se venía rumoreando sobre una posible alteración del trazado, la sorpresa del jueves fue mayúscula, cuando el pleno del Ayuntamiento de Vila Nova de Gaia votó a favor de un cambio radical, a propuesta de Lusolav. La sesión se prolongó hasta medianoche y se volverá a retomar a finales de mayo, tras las elecciones legislativas.

El adjudicatario propone la construcción de dos puentes y una estación totalmente diferente: en vez de una terminal soterrada a 60 metros en Santo Ovídio —pronto estará conectada con dos líneas de metro—, se situaría 1,5 kilómetros hacia las afueras, en una reserva natural. Esto ahorraría seis kilómetros de túneles, pero obligaría a crear nuevos accesos, ampliar el metro y una nueva evaluación medioambiental. La oposición conservadora votó en contra por el impacto ecológico y los evidentes compromisos paisajísticos de dos puentes.

Los técnicos de Lusolav argumentaron que una estación tan profunda genera gran incertidumbre y que varias aseguradoras ya se han desvinculado. La nueva variante puede causar más costes a la compañía, pero ofrece más garantías de completar la obra y facilitaría el mantenimiento separado de carreteras y ferrocarriles. Dos de las partes implicadas, el Ayuntamiento de Oporto y la compañía pública Infraestruturas de Portugal (IP, equivalente a ADIF), no estaban al tanto de la propuesta, y la decisión final dependerá del Gobierno portugués, en funciones hasta las elecciones del 18 de mayo.

El alcalde apuntó: «Lo que hacemos es poner sobre la mesa una propuesta alternativa evolutiva, que pueda fomentar una negociación con el Gobierno e IP», pero que, en caso de bloqueo, el municipio aceptará la propuesta inicial.

Así, no solo el primer tramo queda en el aire. El segundo, de 70 kilómetros entre Oiã y Soure, será relanzado en los próximos meses, después de que el concurso quedara desierto. Esto garantiza prácticamente un retraso de medio año y, pese a que varios interesados expresaron dudas sobre el precio, el ministerio de Infraestructuras dice que no aumentará. Un contexto que ayuda a entender por qué las empresas españolas han decidido abstenerse.

Nueva conexión en bus entre Oporto y Ourense

Paralelamente, desde el jueves opera una nueva conexión entre el norte de Portugal y Galicia. La compañía lusa Rede Expressos ha lanzado una nueva ruta de autobuses entre Oporto y Ourense, con una frecuencia diaria en cada sentido de jueves a domingo. La operadora ha comentado que el nuevo servicio responde a la creciente demanda entre ambos lados de la raia y que así reforzará la conexión interior con la segunda ciudad de Portugal y el aeropuerto Sá Carneiro. Además, habrá paradas en Amarante, Vila Real, Chaves y Verín. La salida desde Oporto será a las 8.30, con llegada a Ourense a las 13.30. En sentido contrario, será de 17.45 a 20.45.