Beauty Pikete, el gallego que pisa fuerte en la música urbana: «Si no sabes cantar, el autotune no va a arreglar tu canción»

FUGAS

Vigués afincado en Madrid, Hugo Sacristán es uno de los nuevos artistas de música urbana y se sitúa justo en el trampolín que persigue el estrellato
25 abr 2025 . Actualizado a las 21:56 h.Como tantos vigueses ligados a la música, Hugo Sacristán —la persona que está tras Beauty Pikete— empezó rapeando en las calles de su ciudad. «Eso es, en plazas, de chaval, improvisando, enseñándonos las letras que escribíamos cada uno y todo eso», recuerda este músico criado en un ambiente punk: «Mi madre era corista en el grupo de Rosa, que luego formó Aerolíneas Federales, As Increíbles Páncreas. Pero con mi padre me metí en el hip-hop, escuchando a Eminen y 50 Cent, que eran mis favoritos de chaval».
—En su trayectoria hay grabaciones con C. Tangana. ¿Cómo surgió eso?
—El productor con el que aún trabajo hoy trabajaba mucho con él. Un día me llamó diciendo que le estaba enseñando música mía y que quería que fuese a Madrid a componer canciones para su disco. Así me lo dijo. ¿Qué pasa? Que luego eso no se dio. Por X o por Y no pude ir, pero tiempo después él vino a Vigo, porque su padre es de aquí. Dijo: «Nos vamos al estudio y grabamos algo». Y de ahí surge todo.
—En la década pasada la música urbana rompió el pop como no se recuerda desde el punk. ¿Se siente parte de una generación confrontada con la anterior?
—El cambio es brutal, pero hoy en día la música urbana es la música mainstream. El sonido del trap rompió muchos esquemas, generó muchas críticas y, bueno, a día de hoy sigue haciéndolo. Yo soy de esa generación. Tengo referencias pasadas. También escuchaba a Héroes del Silencio, The Cure, música electrónica... Todo influye, pero yo he terminado en una vertiente más trap y más rap.
—Escuchando su música se constata que hay un lenguaje universal para el mundo latino. Usted hace esto en Madrid, pero lo podía estar haciendo en Vigo o en Bogotá sin variar mucho el resultado.
—Estoy totalmente de acuerdo. Lo único que cambiaría es el acento. Los españoles somos latinos. Ese calor en la música conecta totalmente con nosotros. Somos el único país hispanohablante. El resto de Europa está del otro lado.
—¿Para usted es más importante Colombia que Inglaterra, verdad?
—Mucho más. Primero por el idioma. Yo sé inglés, pero no empecé por ahí. Pero también está la música. Me interesa mucho más lo que pasa en Colombia que lo que pueda pasar en Reino Unido o Estados Unidos. Solo tienes que ver los charts mundiales: tres de cada cuatro son latinos.
—Publica «single» tras «single». El último es «Calambre».
—Es una canción antigua que no estaba entre mis prioridades, pero mi equipo me dijo que la tenía que sacar y me hacía tilín.
—Habla de deseo y sobreexcitación, muy centrado todo en el sábado por la noche. ¿Compone con ese prisma?
—Eso es. No todas, pero muchas canciones las hago para eso. No es lo mismo escuchar una canción en el móvil que hacerlo en un discoteca.
—¿Piensa que ese es el motivo por el que sonidos como el suyo son rechazados por la gente ajena a ese sábado por la noche?
—Desde lueguísimo. De eso peca mucha gente. La gente prueba una cosa, no le gusta y la pone a parir. Pero, de repente, se lo pones en una discoteca y es el primero que la está bailando, sin saber que es la misma canción que ponía a parir hace una semana. Yo soy el primero al que no le gustan cosas, pero si pruebas más veces hay cosas que luego te gustan.
—Que se lo digan al otrora denostado Bad Bunny y ahora adorado por la crítica.
—Por ejemplo. Es un caso perfecto.
—Luego está la actitud. Dice que es un «tío riquiño», pero que en el escenario hay que chulear...
—No me refiero a ser un chulo, sino a tener actitud. Tú puedes ser una persona fuera de la música, pero cuando subes a un escenario tienes que tener una compostura para conectar con la gente. En mi mundo, hay que levantar a la gente y ahí o tienes actitud o no hay nada que hacer.
—¿Qué es lo peor que han dicho de su música?
—De todo. Que uso demasiados efectos, lo cual es no tener ni idea. No hay nadie que no use efectos en un estudio. Ni Alejandro Sanz se salva de eso. El autotune en nuestro estilo se usa como una herramienta. ¿Cualquiera canta con autotune? No, si no sabes cantar, el autotune no va a arreglar tu canción. La gente piensa que el autotune es magia y no es así. Yo invito a todos los que dicen eso que se metan en un estudio y que graben una canción con autotune y lo que quieran. Que la escuchen y luego digan que está guapa.