Cuando Tamara (ahora Yurena) arrasaba por la discoteca Zebra de Ferrol: «Lo que yo sufrí no lo sabe nadie»

Patricia Hermida Torrente
P. Hermida FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Tamara (Yurena) en una rueda de prensa en Ferrol.
Tamara (Yurena) en una rueda de prensa en Ferrol. CESAR TOIMIL

Corría el año 2001, los ferrolanos se disfrazaban de vacas locas en el Entroido y la cantante de «No cambié» vivía sus años dorados en el local más famoso de la ciudad

30 jul 2025 . Actualizado a las 15:01 h.

En el año 2001, Ferrol había sobrevivido al cambio de milenio. Los ordenadores prehistóricos de la época seguían funcionando, los vecinos se disfrazaban de vacas locas en el Entroido, gobernaba Xaime Bello en la ciudad donde siempre brillaba el sol... Y no eras nadie si no te pasabas todos los sábados por la noche por la discoteca Zebra. Con ese mandamiento de cruzar el Rubicón de la puerta de Zebra cumplió la entonces recién llegada artista Tamara (ahora Yurena), que bebía sus años dorados a golpe de actuaciones y firmas de autógrafos. Su figura ha sido ahora reivindicada a través de la serie Superestar que se emite en Netflix, y vuelve a reinar el orgullo del tamarismo. Pero para el recuerdo queda aquella noche de fugaz paso de la cantante de Baracaldo por Ferrol, acompañada por su recordada madre Margarita Seisdedos.

Tamara (Yurena) con su madre Margarita Seisdedos firmando autógrafos.
Tamara (Yurena) con su madre Margarita Seisdedos firmando autógrafos. CESAR TOIMIL

En marzo de 2001, Tamara actuaba en la discoteca Zebra Dos además de visitar los locales cervecería Karaoke Show y Zebra Uno. «Yo no sería capaz de cantar en Eurovisión», afirmaba a preguntas de los periodistas. Y confesaba que «lo que yo sufrí no lo sabe nadie... ni nunca lo sabrá», en un momento críptico que cobraría sentido con el paso del tiempo.

Tamara (Yurena) en la rueda de prensa.
Tamara (Yurena) en la rueda de prensa. CESAR TOIMIL

Vestida de negro y con un abrigo a juego con su cabello rojizo, se mostraba amante del ocultismo y dispuesta a conquistar el mercado sudamericano. Los ferrolanos y ferrolanas se mostraban locos por hacerse una foto con ella, antes del invento del selfie. Y en una rueda de prensa confirmó que rodaría una película con Óscar María Ramos, de la que nada se supo. Ahora su figura se reivindica desde el respeto pero también desde la nostalgia que dan aquellas noches de No cambié: una canción que (por cierto) fue número uno durante nueve semanas consecutivas en España.