





Dos amigas, Amelia Otero y Feli Prieto, se han puesto al frente de una comisión para crear la primera asociación de vecinos
19 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«Estamos abandonados», «está todo sin limpiar» o «no nos hacen ni caso» son solo algunas de las quejas que esgrimen Amelia Otero y Feli Prieto sobre su querido Redes. Las amigas y vecinas de la parroquia aresana tienen claro que quieren revolucionarla. «Redes es un pueblo maravilloso, precioso, que sale continuamente en los medios de comunicación por su encanto», ensalza Amelia. Pero, ¿cómo es para los que residen? «Esto es idílico, de postal, pero con los que vivimos aquí es una desidia», lamentan.
Ambas nacieron en Redes, aunque en distintos momentos de sus vidas se marcharon a estudiar y trabajar fuera, pero nunca perdieron la vinculación con este pueblo. Las dos mantienen casa en la parroquia desde hace más de medio siglo, y cada fin de semana regresan a su lugar de origen. Ahora han decidido dar un paso al frente y constituir, junto con más residentes, la primera asociación vecinal de Redes. De momento son una comisión, pero ya tienen fijada la primera asamblea: el próximo 30 de agosto, a las 11.00 horas, en la antigua escuela. Allí se formará la directiva con presidente, vicepresidente y vocalías. «La idea es organizarnos para tener voz y que el Concello de Ares nos escuche», explica Amelia.
La lista de quejas es larga. Desde la falta de mantenimiento de la playa de Area Morta y su entorno forestal, que lleva años sin limpieza de la maleza —«es un peligro, es un bosque ya y hay casas muy cerca, como prenda una mecha arde todo», advierten—, hasta la ausencia de alumbrado en varias zonas. «En mi zona hay tres farolas, pero ninguna funciona», lamenta Feli. Recuerda que avisó al Concello de una que sigue tendida sobre la maleza. A ello se suma la deficiencia en las comunicaciones. «Aquí no hay autobuses, nada. O vas andando hasta Ares o en coche particular. Redes está envejecida y la gente mayor queda aislada», denuncia Otero. También critican las tablas de madera rotas en la bajada a la playa.
Tampoco las carreteras y caminos reciben atención: están sin parchear, llenos de baches y sin limpieza. «No viene nadie a desbrozar ni a mantener, al final tenemos que arreglarnos entre los vecinos», añaden. Y advierten de los problemas en las telecomunicaciones, como la falta de fibra óptica para los vecinos que residen todo el año, como los de la calle Nueva. «En otras aldeas de León la instalaron gratis con apoyo del alcalde. Aquí llevamos años reclamando y nada, pese a que ya existe la canalización subterránea», cuenta Amelia, indignada. O la limpieza. «Hay calles que las limpian los vecinos»
Aparcamiento, eterno conflicto
Otro de los caballos de batalla es el aparcamiento. El pequeño pueblo multiplica su población en verano, con visitantes atraídos por su belleza. «Es un pueblo idílico, pero la realidad es que no hay infraestructuras. Se podrían habilitar espacios de estacionamiento de manera ordenada y gratuita para los vecinos que residen todo el año, pero falta voluntad política», sostienen.
Redes no es un lugar muerto, defienden. Agradecen el programa de actividades que desarrolla Caamouco durante todo el año: desde pilates a cestería, pasando por viajes culturales. «Lo que queremos ahora es dar un paso más, luchar por los servicios básicos que merecemos los vecinos en un lugar que nadie cuida», resume Amelia.
Las impulsoras quieren unir a los vecinos para crear una entidad que sirva de altavoz de las demandas de la zona.