El Belén del cura de Xestoso amenaza a la Sagrada Familia con la expropiación del Portal para hacer pisos turísticos

Todavía faltan las carteles con las principales reclamaciones de esta Sagrada Familia. Pero el Belén de Val de Xestoso, ideado por el párroco Luis Rodríguez Patiño con apoyo de los vecinos, ya se encuentra instalado en la capilla de San Pedro. Esta parroquia de Monfero denuncia este año con esta recreación religiosa «la falta de vivienda, la especulación urbanística y la degradación del medio ambiente». En concreto, la Sagrada Familia aparece amenazada por la expropiación del Portal para construir pisos turísticos y otros letreros que se colocarán alertan del impacto de la planta de Altri y la contaminación del río cercano. Además, la figura de Herodes «representa la permisividad de las autoridades ante estas situaciones». 

En la escena del Portal, aparece un letrero «que advierte de la supuesta expropiación de la finca y del propio nacimiento para construir pisos turísticos y viviendas de lujo, lo que obligaría a la Sagrada Familia a abandonar el lugar con el niño Jesús recién nacido». Esta representación pretende llamar la atención sobre «la vulneración de un derecho tan básico como el acceso a una vivienda digna».

Indica el párroco Rodríguez Patiño, que ya ha realizado acciones similares en otras de sus parroquias (repartidas entre las provincias de A Coruña y Lugo), que «hay mensajes de paz, amor y rechazo a la guerra, subrayando que el mensaje evangélico no es ajeno al sufrimiento del mundo actual: guerras, pobreza, especulación y deterioro ambiental». E insiste en que «la Xunta de Galicia aparece representada mediante la figura de Herodes, denunciando la percepción de que las autoridades permiten o favorecen actuaciones que ponen en riesgo a las personas y al entorno».

Asegura el sacerdote que con este montaje la comunidad de Val de Xestoso quiere recordar que «el nacimiento de Jesús no sucedió en un contexto idílico, sino en un ambiente de injusticia, precariedad y amenazas; y que el espíritu del Evangelio sigue invitando hoy a defender la dignidad humana, la justicia social y el cuidado de la creación».

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