Feijoo pide a Sánchez que «confiese», devuelva el botín y llame a las urnas

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, aplaudido por la bancada de su grupo puesta en pie tras su intervención.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, aplaudido por la bancada de su grupo puesta en pie tras su intervención. EDUARDO PARRA / EUROPA PRESS

Presiona a los socios del PSOE, critica especialmente al PNV y calla sobre Junts

09 jul 2025 . Actualizado a las 18:50 h.

«Lo mejor para usted es confesar todo lo que sabe, ayudar a devolver el botín y convocar elecciones. No es que sea la única salida decente, que también. Es que ya no tiene otra». Alberto Núñez Feijoo ignoró el plan anticorrupción presentado por Pedro Sánchez, que tachó de medidas «cosméticas» y de «bromas», y se lanzó desde el primer momento contra el presidente del Gobierno. «No hay maquillaje que tape que es usted un político destruido. Montando numeritos de cordero degollado», le dijo el líder popular.

Preguntó a Sánchez cómo nos va a sacar de «esta pesadilla» si fue él «el que nos metió en ella». Según el líder popular, Sánchez «no eligió a personas equivocadas para hacer cosas correctas», sino que «eligió a las personas correctas para hacer las cosas equivocadas». «No hizo falta ni corromperles, ya llegaron corrompidos», aseguró.

Las únicas «medidas reales» que debe poner en marcha Sánchez son, según Feijoo, reforzar el personal y los recursos de la UCO, retirar la ley Bolaños, cesar al fiscal general del Estado y cambiar al Tribunal Constitucional «para evitar cualquier sombra de partidismo».

Por el contrario, aseguró que lo que hizo Sánchez es «sustituir al jefe de Koldo por el amigo de toda la vida de Koldo», intentar «comprar el silencio de los dos», renovar a Ábalos en las listas o «poner a un machista en el lugar de un corrupto», en referencia a Francisco Salazar.

En una dura intervención, aseguró que, según la Justicia, en el PSOE «todos estos años han funcionado como una organización criminal». Afirmó que se acabará sabiendo la responsabilidad «directa» de Sánchez, pero de momento lo que se le puede achacar con total certeza es «su culpa in eligendo y su culpa in vigilando».

Reprochó al líder socialista que hable solo de su partido, «cuando tiene a su familia imputada». «¿Va a hacer los cursillos en su casa contra la corrupción, señor Sánchez? ¿Usted va a ser el profesor en su casa?», preguntó. Cuestionó también que Sánchez hable de «máxima colaboración con la Justicia» cuando lleva «años permitiendo, cuando no liderando, señalamientos a jueces, insultos a periodistas y bulos contra la Guardia Civil».

Pero Feijoo se dirigió también a los socios del PSOE, preguntándoles si no tienen «nada que decir». Dijo entender que Bildu no lo tenga porque «al fin y al cabo, robar es aún menos grave que matar». De Sumar preguntó si la esperanza del los hombres y de las mujeres españolas es «que el partido del señor Ábalos y el partido del señor Errejón arreglen todo esto». 

¿De qué prostíbulos ha vivido?

Pero fue especialmente duro con el PNV. «¿Han revisado los motivos por los que apoyaron la moción de censura en 2018?, preguntó. «Quién les ha visto y quién les ve», dijo, advirtiéndoles de que el PSOE pactará con EH Bildu, les llamará «fachas» y «se quedarán sin Gobierno, sin principios y sin votantes».

«Déjense de milongas», concluyó, insistiendo en que esto «no va de o Sánchez o la ultraderecha», sino de «Sánchez o de decencia». Llamó la atención la falta de críticas de Feijoo a Junts, el partido de Carles Puigdemont, durante todo su discurso.

Pero fue en su turno de réplica a la segunda intervención de Sánchez donde Feijoo se mostró más implacable. Dijo no consentir al presidente que se compare con él. Y fue ahí donde acusó a Sánchez de «ilegalizar su biografía» tras ser «partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución». «¿Con quién está viviendo usted? ¿De qué prostíbulos ha vivido usted?», le dijo, en referencia a los negocios del padre de su mujer, Begoña Gómez, imputada por corrupción.