Aznar y Rajoy arropan a Feijoo para liderar el cambio que ponga fin a la era de Pedro Sánchez

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Aznar, Feijoo y Rajoy, durante su intervención en el congreso popular.
Aznar, Feijoo y Rajoy, durante su intervención en el congreso popular. Javier Lizón | EFE

El primero llama a captar voto a derecha e izquierda para lograr una holgada mayoría, y el segundo pide convocar elecciones ante una situación muy grave

04 jul 2025 . Actualizado a las 20:37 h.

Pocos meses antes de las elecciones generales de julio del 2023, los dos últimos expresidentes del Gobierno del PP, José María Aznar y Mariano Rajoy, volvieron a verse en Valencia después de mucho tiempo para arropar a Feijoo y simbolizar la unidad del partido. Distanciados hasta entonces —el primero había apoyado a Pablo Casado y el segundo a Soraya Sáez de Santamaría—, coincidieron este viernes de nuevo en el primer gran acto del congreso del PP. Una cita concebida para trasladar a la sociedad la imagen de un Feijoo presidenciable en un momento en el que Gobierno está acorralado por la corrupción.

José María Aznar, que pronunció un discurso durísimo contra Pedro Sánchez — «el que se asocia con delincuentes, lo normal es que acaba en la cárcel», dijo—, emplazó a su partido a abrir el horizonte y conformar una mayoría nacional ancha, a izquierda y derecha, que le permitan trascender sus siglas y no tener ataduras para sentar las bases que «permitan refundarla convivencia constitucional en España». Un llamamiento para pescar en el caladero de Vox, pero también en el del centro y los descontentos del PSOE.

Ante el plenario del congreso, el expresidente Aznar aseguró que «un socialismo en decadencia se ha dedicado a mentir mucho, a robar mucho y a comprometer el futuro de España». En línea con lo expresado ya en otras ocasiones, el que fuera presidente del Gobierno de 1996 al 2004 recordó que Pedro Sánchez deja una España «rota», que toca reconstruir. Y denunció la «golfería estructural» del Gobierno de Pedro Sánchez, con una «política prostituida» que degrada el servicio en provecho propio y concibe el Estado «como botín» y «la nación como moneda de cambio».

«El cambio urgente en España significa que los delincuentes dejen de estar en los despachos legislando y pasen a estar en la cárcel para que la ley se les aplique. Ese es el cambio urgente de España», dijo el expresidente, aplaudid y aclamado por el auditorio. En otro tono más desenfadado y campechano, pero también muy crítico, Mariano Rajoy aseguró que cuando en un país no se pueden aprobar los presupuestos, se disuelve la Cámara y se convocan elecciones generales. «Aquí, presupuestos ni elecciones», ironizó. En referencia a la moción de censura que tumbó su Gobierno en el 2018, Rajoy reprochó a los socialistas que «para dar lecciones lo mejor es estar muy seguro, porque de lo contrario, lo mejor es callarse». En un breve repaso a la actualidad, el expresidente recordó que mientras ellos han actuado contra la corrupción, otros —en referencia al PSOE— lo han hecho «contra los jueces».

Según el expresidente popular, el objetivo del Gobierno no es gobernar, es aguantar un ratito más. Y de ahí, dijo, los problemas sin resolver en materia de vivienda, los retrasos en los trenes y la poca capacidad que muestra España para ejecutar los fondos europeos.

El encargado de presentar a los dos expresidentes fue Alberto Núñez Feijoo, único candidato presidir el partido, quien definió a ambos como «amigos» y «consejeros». «Los dos demuestran que se puede gobernar mucho mejor», dijo Feijoo, y que el PP es un partido con capacidad para sacar al país de «una grave crisis» económica e institucional,

«Es un honor contar con vosotros y vuestra presencia aquí, juntos, es un símbolo. Un símbolo de todo lo que nos une, que es España. Un símbolo de que en el PP lo que lo han sido todo son ahora los primeros en ponerse a la orden de quien se lo pide», sostuvo el líder de los populares, que intervendrá este sábado y el domingo en el congreso. El líder de los populares también subrayó que en el PP están «orgullosos» de sus «referentes» y estos, a su vez, se pueden «sentir orgullosos del camino» que han trazado.