Ábalos usó a una actriz porno para intentar ocultar un disco duro durante el registro de su casa en Valencia
ESPAÑA

Anaís D.G. es conocida en la industria como Letizia Hilton
18 jun 2025 . Actualizado a las 21:20 h.José Luis Ábalos compareció ante los medios el pasado 10 de junio en la puerta de su casa en el 102 de la avenida de la Constitución, Valencia. La UCO de la Guardia Civil, en las cinco horas anteriores, había registrado el piso del exministro de Transportes, penúltimo secretario de organización del PSOE y la persona más relevante en la vida política de Pedro Sánchez. Ábalos ofreció su versión de lo vivido durante la inspección ordenada por el Tribunal Supremo en el marco de la investigación contra él, Santos Cerdán y Koldo García por el presunto cobro de comisiones en efectivo y en especie a cambio de mordidas por el amaño de adjudicaciones de obra pública.
«El trato [de los agentes] ha sido excelente, muy amable, muy, muy simpático, y de absoluta colaboración», declaró Ábalos ante las cámaras, aunque faltó a la verdad; lo demuestra el acta judicial del registro, al que ha tenido acceso La Voz. La realidad es que trató de ocultar pruebas valiéndose de Anaís D. G., una mujer que ejerció de actriz porno y que se anuncia en páginas de contactos. Ella aseguró este miércoles que estaba el 10 de junio en casa de Ábalos a la hora de iniciarse el registro, 8.50 horas, porque lo «ayuda a mantener la casa en orden y pasea a su perro».
El atestado de la UCO entregado al Supremo relata una situación alejada de la colaboración aludida por Ábalos, y expone que el otrora hombre de confianza de Sánchez manifestó la necesidad de que Anaís D. G. sacase a su perro para pasearlo: «[Ábalos] le indica [a la mujer] que se lleve algo de desayuno». Ella reaccionó accediendo a una estancia y cerrando la puerta. Al salir, uno de los agentes «observa que [Anaís D. G.] porta algo oculto en su pantalón y se procede a realizar un cacheo, observándose que oculta un disco duro en su pantalón». La prenda era ajustada y hacía visible, por el relieve de la tela, que guardaba algo que no tenía antes de acceder a la estancia: un disco duro externo de color azul de la marca WD-MY Passport.
El dispositivo fue incautado para analizar su contenido, pero la forma en que fue interceptado apunta a una treta de Ábalos, en complicidad con Anaís D. G., para ocultar pruebas de forma improvisada al verse sorprendido por la UCO queriendo acceder a su piso para registrarlo. El análisis del disco desvelará por qué Ábalos optó por elegir esa memoria externa de almacenamiento de todas las localizadas en su vivienda, e igualmente requisadas o clonadas para su análisis posterior. Porque la UCO, durante las cinco horas que duró el registro, encontró el teléfono iPhone 11 negro que utiliza el propio Ábalos, otro iPhone de color gris, cuatro discos duros externos negros y 20 memorias USB que tenía en su despacho. En el recibidor, había otro móvil, marca Samsung; en el salón, otra memoria USB; y en el dormitorio principal, otro disco duro externo. Ábalos solicitó a través de su letrado al Supremo que la UCO le devuelva los dispositivos requisados para analizarlos.
El registro de la vivienda implicó revisar también el interior de cada libro para constatar que no ocultaba nada entre las páginas. Ábalos pasó buena parte de la inspección sentado en un estancia anexa a la cocina, sabiendo que la treta detectada por la UCO compromete más su situación procesal y reputacional. Lo curioso de aquella mañana no fue tanto que la amiga de Ábalos estuviese en su casa a las 8.50 horas para «limpiar la casa o pasear al perro», y sí que meses después saberse en el cogollo de una investigación que lo sitúa cobrando mordidas por su condición de ministro de Transportes (2018-2021), todavía conservara en el 2024 en su vivienda pruebas incriminatorias almacenadas en un disco duro a disposición de quien registrara la vivienda.