Su jubilación llegó diez años tarde: «Muchos sordos podrían estar ya retirados y no lo saben»

ECONOMÍA

Como este coruñés, muchas personas han visto su grado de discapacidad actualizado al alza. Por encima del 65 % se reduce cuatro meses la edad de retiro por cada año cotizado
03 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El gran apagón no pilló a A.G.G. en el trabajo, sino en casa disfrutando de su recién estrenada condición de jubilado. Desde diciembre goza «del placer de vivir» gracias a que, tras un periplo de años, por fin ha visto reconocido su derecho a un retiro que llega diez años tarde. Con una sordera congénita, cuenta su historia a La Voz para que otras personas discapacitadas en su misma situación puedan reclamar un derecho que, como indica este hombre de 62 años, muchos desconocen.
El encuentro tiene lugar en el despacho del abogado especialista en Seguridad Social Ignacio Martínez, en el centro de A Coruña. En esta oficina A.G.G. ha pasado por todo el arco emocional: rabia, ira, tristeza y también alegría. A través de un intérprete, letrado y cliente empezaron a estudiar en el 2022 la reclamación de la retrotracción del grado de discapacidad de A.G.G. para así poder conseguir su ansiada jubilación, que aprovecharía, y finalmente lo hará, para mudarse a Madrid junto a su familia. «Esperamos poder hacerlo en unos meses, tengo un hijo de doce años que también es sordo, y allí hay colegios especiales para él».
Para llegar a este final feliz hubo que asomarse a un proceso judicial que, según este extrabajador del sector de la limpieza, es el único que lo ha pasado en Galicia. Efectivamente, su abogado tampoco conoce casos semejantes en la comunidad, aunque sí en otros puntos de España. Como A.G.G., muchos ciudadanos vieron cómo su grado de discapacidad se ha ido actualizando al alza con el paso de los años. «Esto a pesar de que la patología no haya cambiado, como en el caso de mi cliente, que nació y morirá con el mismo grado de sordera». Así, pasó del 61 % que tenía reconocido en 1991 a un 70 % en el 2009. Y fue esta modificación lo que le permitiría jubilarse de manera anticipada.
«Cuando me subieron el grado de discapacidad estaba muy angustiado porque no tenía trabajo, y en la Seguridad Social me comentaron que esto sería beneficioso para la empresa que me fuera a contratar, porque tendría bonificaciones. Ahí no pensaba en retirarme, sino en dejar de estar en el paro. Fue después, durante la pandemia, cuando me enteré de que había gente en Andalucía que había reclamado la jubilación anticipada, y me animé», cuenta este coruñés. «En España, se reduce cuatro meses la edad ordinaria de jubilación por cada año cotizado con más del 65 % de discapacidad, y hay jurisprudencia del Tribunal Supremo que permite retrotraer este 65 % hasta el primer certificado de discapacidad de la persona, reduciendo drásticamente su edad de jubilación. En otras palabras: mi cliente se podría haber jubilado diez años antes de haberlo sabido. Esta situación afecta a mucha gente que no lo sabe», apunta el abogado Ignacio Martínez.
«En febrero del 2022 solicitamos a la Xunta la retrotracción de su 70 % desde el 2009 hasta 1977, fecha de su primer certificado de discapacidad, y en julio lo deniegan. Si se lo hubieran reconocido, ese mismo día se jubilaba. Así que presentamos una demanda y el juicio se señala para febrero del 2023, que se suspende por la huelga de secretarios judiciales. Finalmente se celebró en junio del 2023 y se pierde porque no constaba acreditado el carácter definitivo de la sordera de A.G.G. En noviembre del 2024 ganamos el recurso y toda su vida laboral pasa a estar bonificada».
«Me gustaría que mi comunidad fuera consciente de esta situación porque cada vez que hablo del tema veo que a mi alrededor no se conoce esta posibilidad. Da rabia que las cosas vayan tan lentas, pero merece la pena. Sé que hay mucha gente que está interesada en pedir la jubilación anticipada, con muchísimos años cotizados y que han pasado por subidas en su grado de discapacidad; les animo a reclamar su derecho».