El ministro francés de Energía: «Un sistema eléctrico necesita un margen de maniobra, por eso tenemos un mix energético basado en la nuclear»

La Voz

ECONOMÍA

Marc Ferracci, ministro francés de Industria
Marc Ferracci, ministro francés de Industria CHRIS J. RATCLIFFE / POOL | EFE

«Un apagón como el de España es mucho más improbable en Francia», asegura Marc Ferracci

29 abr 2025 . Actualizado a las 15:50 h.

El ministro francés de Industria y Energía, Marc Ferracci, ha asegurado que su país está mejor preparado para evitar que apagones como el que se produjo en España tengan un carácter general, y ha insistido en que el impacto en Francia ha sido «mínimo». En una entrevista a la emisora RTL, Ferracci ha explicado que ha estado hablando esta mañana con los responsables de RTE, el operador de las redes eléctricas en Francia, y «no hay ningún incidente».

«En Francia, un apagón general es mucho más improbable», asegura el ministro Marc Ferracci, «porque contamos con varios mecanismos que nos permiten superar este tipo de problemas. Cuando hay dificultades muy graves en las redes, como ocurrió en el 2006, por ejemplo, la interrupción puede afectar a una parte de la población francesa, pero solo a una parte: 15 millones de personas. Contamos con fenómenos y mecanismos que nos permiten protegernos contra este tipo de problemas». «Un sistema eléctrico necesita un margen de maniobra. También se necesita lo que llamamos controlabilidad, es decir, poder producir más en momentos de mayor consumo. «Por eso en Francia tenemos un mix energético basado en la energía nuclear, que es manejable, y también energías renovables», añadía el ministro galo. 

Preguntado sobre los rumores que han circulado de que en el origen pudo haber un ciberataque, Ferracci ha respondido que «no se excluye nada, pero esa hipótesis que apareció en las primeras horas del apagón no me parece que sea la hipótesis prioritaria». Ha insistido en que «estamos tratando de analizar las posibles causas».

Francia ha incrementado el suministro de electricidad a España como consecuencia del apagón que ha afectado a la península Ibérica hasta los 2.000 megavatios (MW), según ha informado la Red de Transporte de Electricidad (RTE) francesa. «Francia ha podido incrementar su ayuda a España hasta los 2.000 megavatios a través de las conexiones que suministran a Cataluña y al País Vasco español desde Francia» hasta las 20.00 horas, ha explicado RTE. Estos 2.000 megavatios equivalen a la potencia de dos reactores nucleares de los más habituales, según destaca la prensa francesa.

El presidente de la Agencia Federal de Redes alemana, Klaus Müller, también ha considerado improbable que en Alemania se de un apagón similar al registrado en España. «Es algo altamente improbable, las redes alemanas tienen una estructura redundante. Eso significa que cuando una conexión falla siempre hay una que la reemplaza», explicó en declaraciones a la Primera Cadena de la Televisión Alemana (ARD). Además, según Müller, en la red alemana hay diversos sistemas de seguridad y recursos que permiten volver a ponerla en funcionamiento sin necesidad de suministro externo de energía.

Pedro Sánchez ha asegurado durante su comparecencia que aquellos que están vinculando el apagón en el sistema eléctrico peninsular que se produjo ayer a la falta de nucleares «mienten o demuestran su ignorancia». «Los ciudadanos deben saber que durante esta crisis, las centrales nucleares, lejos de ser una solución, han sido un problema porque estaban apagadas y ha sido necesario desviar a ellas grandes cantidades de energía para mantener sus núcleos estables», ha explicado el presidente del Gobierno tras el Consejo de Ministros. «Lo que vemos es que, con mayor dependencia nuclear, pues la recuperación no hubiera sido tan rápida como la que estamos viviendo. Hubiera sido mucho más lenta y, por tanto, creo que es importante volver a recordar que la reposición se está haciendo gracias a los ciclos y también a la hidráulica», ha indicado.

Según Sánchez, la recuperación del suministro eléctrico en España se ha logrado gracias a las interconexiones con Francia y con Marruecos y a los ciclos combinados de gas y a las centrales hidroeléctricas. Por el contrario, el presidente del Gobierno ha explicado que las centrales nucleares han sido un problema porque estaban apagadas y ha sido necesario desviar a ellas grandes cantidades de energía para mantener sus núcleos estables. Según ha recordado, en este momento hay dos centrales nucleares activadas y lo están no porque se necesiten, sino porque su activación ya estaba planeada. Además, ha apuntado que la generación nuclear «no fue más resiliente que cualquiera de otras de las fuentes de generación», cayendo en el apagón como el resto.

Asimismo, en respuesta a los que, en su opinión, «están agitando este debate» con la nuclear, ha señalado que desde hace varios días hay cinco reactores nucleares, de los siete existentes en el parque nacional, que «están parados y, por tanto, no están generando energía por decisión de las propias empresas operadoras, que afirman que no son competitivas en precio en comparación con la penetración, por ejemplo, de las energías renovables de esos días».

Una interconexión insuficiente

La interconexión eléctrica entre España y Francia es desde hace muchos años un contencioso entre los dos países por la falta de voluntad de París para remediar su insuficiencia si atiende a los objetivos europeos. En la actualidad, esa interconexión se compone de cuatro líneas que atraviesan los Pirineos y que dan una capacidad de intercambio de hasta 2.800 megavatios (MW), que deberían pasar a 5.000 en el 2028, gracias a un proyecto por el Golfo de Vizcaya.

La nueva línea entre Cubnezais (al norte de Burdeos) y Gatika (cerca de Bilbao), que se empezó a construir en el otoño del 2023, tendrá 400 kilómetros de largo, con un recorrido en gran medida submarino y la evaluación oficial del costo que se hizo entonces fue de 2.850 millones de euros, aunque se estableció una provisión de 250 millones por posibles riesgos. Una vez que entre en servicio, los 5.000 megavatios de capacidad de intercambio representarán apenas un 5 % de la capacidad de generación instalada en España, cuando la Unión Europea había fijado un objetivo del 10 % para el 2020, que debía subir hasta el 15 % en el 2030.

En esas circunstancias, la península ibérica es casi una isla en el mapa eléctrico europeo, cuando por ejemplo la capacidad de intercambio de Francia con sus vecinos del norte y del este (Bélgica, Alemania) es cuatro veces superior. Los sucesivos gobiernos españoles han tratado de presionar a Francia para acelerar otros proyectos con poco éxito desde que se concluyó en el 2016 el último por el Pirineo catalán, entre Santa Llogaia y Baixas, que tiene un tramo subterráneo junto al túnel transfronterizo del tren de alta velocidad.

Las interconexiones entre los países pueden funcionar como elemento de estabilización del sistema en momentos críticos, por ejemplo cuando hay picos de consumo y es difícil responder con los medios de producción propios, pero también cuando hay un exceso de generación con fuentes renovables que son más difícilmente regulables.

Francia, que tradicionalmente ha sido exportadora de electricidad gracias al volumen de producción que aportan sus centrales nucleares (que suponen en torno al 70 % de la generación total) se benefició de las interconexiones en el 2022 cuando tuvo que parar de forma inesperada varios de sus reactores por incidentes técnicos. Por primera vez desde 1980, ese año Francia compró más electricidad a sus vecinos de la que vendió, en concreto 16,5 Teravatios hora (TWh), y España le suministró un 3 % de sus necesidades, el triple que en el 2021, y a un precio muy inferior gracias a la producción de renovables en la península ibérica.

Una vez recuperada sus capacidades nucleares, en el 2024 Francia batió su récord de exportación con unas ventas netas de 89 TWh, sobre todo a Alemania-Bélgica (27,2), Italia (22,3), Reino Unido (20,1) y Suiza (16,7). Con España, el saldo neto positivo fue muy inferior (2,8 TWh) una vez más por lo limitado de las infraestructuras de intercambio (Francia envió en total 9,4 TWh de España, mientras recibió 6,6 TWh), pero también porque los precios en el mercado ibérico son con mucha frecuencia inferiores a los del resto de la Europa continental.