La promesa del fútbol dezano a la que se le caen los goles

David Cofán Mazás
David Cofán LALÍN / LA VOZ

VILA DE CRUCES

cedida

A prueba en el Ural, el delantero de 18 años se convirtió esta campaña en el pichichi del juvenil y el sénior del Cruces

28 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El fútbol dezano no deja de producir talento. Ahí están jugadores como por ejemplo Rubén López, de vuelta al Deportivo tras una cesión en el Barça B, o ya en el ocaso de su carrera como Joselu, el ariete de la selección ex del Real Madrid. Pues ahora tendrán que apuntar un nombre que podría engrosar esa lista: Leo López. El tiempo dirá, pero lo que está claro es que condiciones le sobran a este talentoso delantero de Vila de Cruces.

Su gran temporada en el equipo de casa no pasó desapercibida para los cazatalentos del fútbol gallego, que echaron la red sobre Leo para hacer una prueba con el Ural coruñés. El primer examen lo pasó con nota, ganándose la oportunidad de formar parte del equipo durante la pretemporada. Ocasión de oro para hacerse un hueco en un clásico proveedor del Dépor.

Pero, ¿qué es lo que ha hecho Leo para llamar la atención de esta manera? La respuesta es sencilla: hincharse a marcar goles. El delantero de 18 años se convirtió la pasada campaña en máximo goleador tanto del juvenil como del sénior de la SD Cruces. Pichichi con dos equipos en una sola temporada anotando 43 goles.

Cabeza amueblada

«Dende fai dous anos empecei no ximnasio e fago exercicios propios para o fútbol de rapidez e potencia. Queiras ou non tense que notar dentro do campo», explica el futbolista. Asegura no sentir presión en este momento clave, pero sobre todo tiene claras las prioridades. «Non vou deixar os estudos», afirma sorprendido por la insinuación.

Leo viene de aprobar la selectividad y ahora se prepara para cursar Magisterio en Santiago. «Eu vexo que é unha oportunidade que so pasa unha vez na vida, pero estou indeciso. Ía estudar en Coruña e ao final vou a Santiago, o tema dos desprazamentos pode ser un problema», reflexiona.

En cualquier caso tratará de compaginar su pasión con su deber implicándose al máximo en ambas. «Non sinto presión, teño gañas de ir ver o que pasa e dar o mellor de min», afirma. Aquí otra anécdota que muestra las prioridades tanto de Leo como de su familia «Contactaronme —el Ural— a principios de marzo, querían que fixese unha proba, pero como estaba cos estudos e co carné de conducir funo pospoñendo. Como insistían moito en que querían verme xogar alí, fun facer a proba a finais de maio», explica.

Olfato entrenado

En lo puramente deportivo, Leo debutó la pasada temporada con el primer equipo del Cruces, pero su desempeño atrajo al Arzúa, que lo fichó para sus juveniles, llegando a jugar en Tercera con el sénior. «Ese ano metera uns dez goles, non foi a miña mellor», razona. Y no es la mejor porque el bagaje es impresionante. «Levo 6 ou 7 anos sendo o máximo goleador do equipo e nalgúns anos incluso da categoría», apunta.

Sobre sus cualidades, Leo señala su capacidad de atacar al espacio. «No que máis destaco creo que é correr ao espazo, como son alto teño unha zancada moi grande», explica. Del mismo modo, sus 1,88 metros de altura le permiten ser un buen rematador de cabeza. Por contra, reconoce que debe mejorar en el pase.