
Una herramienta internacional prevé la evolución a largo plazo del agua
30 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque tímida, la lluvia ha hecho acto de presencia en las comarcas después de más de un mes de ausencia. La eterna ola de calor y los incendios forestales volvieron a concernir a la población sobre los efectos del cambio climático y la importancia de atajar el problema antes de que sea demasiado tarde. Si bien no podemos predecir el futuro, lo cierto es que a nivel climático se puede atisbar como evolucionarán los acontecimientos a partir de los modelos y estudios científicos.
El World Resources Institute (Instituto de Recursos Mundiales) cuenta con herramientas a través de las cuales realiza proyecciones a futuro de los recursos hídricos de todo el planeta. El panorama no parece demasiado esperanzador, y eso que solo nos vamos a atener a lo que ocurrirá en las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, donde en su simulación a cincuenta años vista observa un riesgo de sequía medio-alto en el 2080.
La herramienta que emplea este organismo se denomina Aqueduct. Incluye más de una decena de indicadores de riesgo hídrico para la actualidad y a 50 años vista, así como la demanda de agua, su oferta o el riesgo de inundaciones.
De todo el abanico de opciones, destaca la aportación del mapa de estrés hídrico. Esto significa la relación entre la demanda total de agua y las reservas renovables disponibles tanto a nivel superficial como subterráneo. Los valores más altos indican un mayor impacto en el suministro y una menor disponibilidad para los usuarios. En el caso de los municipios que componen las comarcas, en la actualidad se sitúa en un riesgo bajo-medio, del 10 al 20% de posibilidades, pero la cifra crece con el paso del tiempo.
La simulación del organismo internacional ofrece una valor medio-alto (entre el 20 y el 40 %) en el 2050, muy similar al del 2080. Esto desde un punto de vista optimista, ya que la herramienta se pone en lo peor ofreciendo la opción de un estudio «pesimista» del riesgo de sequía, que eleva un poco más el estrés hídrico en toda Galicia.
Por meses, el informe detalla que en la zona el riesgo de sequía se mantiene «medio-alto» de julio a octubre. En noviembre desciende ligeramente, pero no regresa al nivel más bajo hasta diciembre y enero.
La lluvia se resistió en las comarcas durante 38 días
El pasado miércoles cayeron las primeras gotas de agua en las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes desde el 19 de julio. 38 días sin llover que suponen un récord de sequía en la zona. El pasado mes de julio únicamente llovió, según datos de Meteogalicia, en siete días, mientras que agosto, por el momento, cayó agua en tres. La estación de Forcarei es la que más precipitaciones ha recogido este verano, seguida de la de Lalín y la de Camanzo.
Una de las áreas con menor impacto del consumo respecto a las reservas hídricas
El entretenido sistema Aqueduct da la opción de revisar el agotamiento de agua, es decir, la relación entre el consumo total y las reservas renovables disponibles. El gasto incluye los usos domésticos, industriales o ganaderos.
En este sentido, las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes se encuentran en un área donde el consumo no es lo suficientemente elevado como para generar un agotamiento de los recursos. Apuntan que el riesgo es bajo-medio, sin embargo, es todavía menor en algunos puntos de la Terra de Montes, en el sur de A Estrada, Forcarei. La cuenca del Umia y el Lérez, así como la zona de las Rías Baixas es junto con el oeste de la provincia de Lugo, en la cuenca del Eo, son las áreas de Galicia con el menor riesgo de escasez de agua.
Desde el World Resources Institute señalan que el atlas mundial que han creado sobre los peligros para los recursos hídricos es una herramienta de priorización que marca una pauta a futuro, pero hay determinados elementos que no pueden medirse directamente, por lo que la información recopilada debería complementarse con análisis profundos a nivel local y regional.
El embalse de Portodemouros está bajo mínimos al 35 % de su capacidad
La llegada de la lluvia ayudará a poner freno a la preocupante situación en el embalse de Portodemouros, que riega los concellos de Agolada y Vila de Cruces. En la actualidad se encuentra al 35 % de su capacidad, una cifra muy inferior a lo habitual para esta época del año y más propia de los meses de octubre o noviembre. De hecho, en la misma semana del año pasado el agua embalsada suponía el 49 % de la capacidad de la infraestructura, 14 puntos más que hoy día.
Más impactante es la diferencia con la media de ocupación de la última década. Esta se sitúa en un 66 %. De hecho, la gráfica muestra una caída muy acusada desde la semana 18 del año, es decir, la última de abril, cuando se produjo el apagón.
El aspecto del embalse es llamativo, dejando al descubierto la aldea sumergida de O Marquesado, en Brocos. Una estampa que atrajo a numerosos visitantes, curiosos por conocer los vestigios del poblado.