
El partido fue el que todos esperábamos. Desde el primer minuto, España sometió a mucha presión a su rival y no le dejó respirar en ningún momento. A Bulgaria no le quedaba otra que defender. No tenía recursos suficientes para poder salir de la situación en la que la selección la había metido. Para España, la cuestión era anotar dos o tres goles para estar tranquilos; para los búlgaros, el tema era no encajar muchos tantos. Solo faltó más precisión. El rival mantuvo la concentración porque, simplemente, quería evitar una goleada de escándalo.
España brilló y sigue brillando con otros jugadores. Se nota que cuando Pedri está en el campo es un futbolista de otra categoría, que aporta cosas que no están a la altura de todos. El talento se multiplica, pero a España no le hacían falta los titulares. Hay mucha diferencia entre ambas selecciones. El entrenador fue generoso con quienes habitualmente disputan más minutos, a los que les tocará jugar muchos partidos a lo largo de la temporada. Le salió todo bien.
Creo que es factible que España supere el récord de 35 partidos sin perder. Desde hace tiempo estoy sorprendido por el nivel que muestra la selección. Siendo un grupo tan joven, con un seleccionador que parecía que no entraba con buen pie... Pero ahora todo eso ha cambiado. Espero mucho de ellos. Será uno de los equipos a batir en el Mundial.