
El español del PSG demuestra al madridista que se pueden marcar dos goles en 24 minutos mientras se ataca y se defiende como un león
09 jul 2025 . Actualizado a las 23:51 h.La estrella estaba en el campo, pero no llevaba el dorsal 9 del Real Madrid, sino el 8 del París Saint Germain. Con todas las miradas sobre Kylian Mbappé, Fabián Ruiz dio una lección de fútbol para, de paso, recordar a los blancos los defectos que motivaron la salida de Ancelotti por la puerta de atrás y el saco de cambios que están acometiendo en su plantilla. El espléndido centrocampista, que abrió el marcador con el 1-0 y sentenció la semifinal del Mundial de Clubes con el 3-0, cumplió aquella regla que Luis Enrique le pedía al delantero, ahora del Madrid, cuando militaba con los parisinos y que da la medida entre los fenómenos del deporte y aquellos que, además, hacen invencibles a sus equipos. «He leído que te gustaba Michael Jordan. Michael Jordan cogía de los huevos a todos sus compañeros y se ponía a defender como un hijo de p...», le espetaba el entrenador en una de las imágenes más repetidas del documental acerca de la vida del exseleccionador que ofreció Movistar.
Fabián, destacado como mejor jugador del partido, dio una auténtica lección de liderazgo y talento. Robó, movió a su equipo y hasta goleó sin misericordia a un Madrid en el que Mbappé solo jugó para él y Vinicius, en un rol menor, ni siquiera apareció en los primeros 45 minutos. El francés recuperó esa versión que ha dejado tan insatisfecho al madridismo en su estreno con la camiseta blanca. Ni los 44 goles del Bota de Oro de la temporada, ni el hecho de que haya marcado en los siete torneos en los que participó (incluido este Mundial de Clubes en que apenas jugó hasta ayer) han colmado las expectativas generadas por un jugador con ínfulas de, como Jordan, llegar a ser uno de los mejores deportistas de todos los tiempos, pero que hasta ahora no ha dejado de ser un derroche de condiciones individuales incapaz de demostrar conexión alguna con sus compañeros. Todo lo contrario que Fabián. Este, tras caricaturizar en octavos de final al Inter Miami como un equipo de jubilados, mandó de vacaciones a un Madrid que nunca estuvo a su altura.