
El nivel de muchos equipos, el calor, el ritmo y el ambiente elevan la polémica sobre el torneo de los 1.000 millones que se inventó la FIFA pese a las protestas de las grandes ligas
17 jun 2025 . Actualizado a las 20:32 h.«Mi objetivo es que no haya más Mundiales de Clubes, que se elimine. No es viable ni por las fechas, ni por mantener la sostenibilidad del fútbol. No hace falta otra competición más que mueve dinero solo hacia un sector de clubes». Así de rotundo se mostró este martes Javier Tebas sobre el último invento de la FIFA. Una opinión del presidente de LaLiga, vertida tras un evento sobre la industria futbolística, que se suma a la corriente crítica sobre un certamen con demasiados equipos, bastantes de un nivel similar a la Primera Federación española, calor asfixiante, ritmo de juego lento y ambientes en los estadios que en nada se asemeja a lo que se vive y acontece en Europa.
Según describen los presentes, muchas barbacoas, perritos calientes y hamburguesas, demasiado curioso adinerado en las gradas, pero ninguna hinchada propiamente dicha. Aunque la FIFA saque pecho, la realidad es que por ahora este certamen de clubes, creado a imagen y semejanza de una Copa del Mundo de selecciones, no cala entre los espectadores, quizá hastiados, como los jugadores, de una temporada interminable. Se animará tras la primera criba, cuando caigan la mitad de los equipos y comiencen los duelos a partido único, pero de momento el evento tiene más pinta de ser un sarao de pretemporada, de esa International Champions Cup que los grandes afrontan en sus veraniegas giras estadounidenses, que de un Mundial con mayúsculas.
Tras duras jornadas de protestas por la política migratoria de Donald Trump, con graves incidentes sobre todo en Los Ángeles, donde se halla el cuartel general del Atlético de Madrid, el balón echó a rodar bajo un sol abrasador y en estadios de marcados contrastes, unos llenos y otros semidesiertos. Las insoportables temperaturas por tener que actuar al mediodía ya han provocado fuertes quejas de jugadores y cuerpos técnicos. Así, el termómetro superó los 30 grados en partidos como el Bayern-Auckland y el PSG-Atlético, y lo mismo se espera para el estreno hoy del Real Madrid. Un calor que derritió a los futbolistas a ritmo de pachangas veraniegas.
«No es fácil jugar en estas condiciones con este calor. El partido estuvo claramente marcado por la temperatura. Está muy bien el horario para que en Europa lo vean, pero los equipos se resienten», confesó Luis Enrique, técnico del PSG, tras la goleada ante el Atlético. Marcos Llorente, uno de los afectados, fue más allá. «Es imposible jugar así, con un calor terrible. Yo tenía los dedos de los pies que me dolían hasta las uñas. No podía frenar y arrancar», subrayó el multiusos colchonero.
¿Por qué se juegan partidos para las 12:00 horas en California? Muy sencillo, para coincidir con el 'prime time' europeo. Una decisión consensuada entre la FIFA y las televisiones con derechos para emitir el torneo, el pelotazo de los 1.000 millones de euros, con enorme financiación de Arabia Saudí. De esa cantidad, 500 millones se reparten como cantidad fija entre los participantes, de los cuales, 284 van destinados a equipos europeos, de ellos 10 fijos y el resto en variables. El Real Madrid recibirá 35 millones solo por acudir, por 20 del Atlético. Cada fase tiene asignada un premio extra: 7 millones octavos, 12 cuartos, 20 semifinales, 28 la final y 37 para el campeón. Si el Madrid se coronase, sus ingresos ascenderían a 145 millones, 15 más que el Atlético.
Poderoso caballero
Los reproches actuales son solo una continuación de lo que ya denunciaron el sindicato de jugadores (FIFPro) y las grandes ligas europeas a la FIFA por su forma de actuar al imponer el calendario internacional del partidos, con este novedoso Mundial a la cabeza. Según la organización que defiende a los profesionales, existe una tendencia a no permitir el descanso suficiente a los futbolistas de los cinco grandes campeonatos: Premier, Liga, Bundesliga, Serie A y Ligue 1. Recuerdan desde FIFPro que apenas el 13% de los participantes en la pasada Eurocopa o la Copa América disfrutaron del permiso de 28 días recomendado por médicos y preparadores para el descanso.
El organismo que preside Gianni Infantino sigue instalado en una realidad paralela. Tras el choque inaugural, con tablas sin goles entre el Al Ahly y el Inter de Miami de Messi, celebró haber sido testigo de un «gran encuentro con un ambiente espectacular» en el Hard Rock Stadium de Miami, abarrotado con casi 61.000 espectadores y una audiencia televisiva global. A través de sus redes sociales, la FIFA insistió en que «el Mundial se celebra con todo su esplendor, con equipos y aficionados que aportan entusiasmo, color y pasión a este nuevo capítulo del fútbol de clubes a nivel mundial». Hay partidos, como ese del PSG y el Atlético, al que asistieron más de 80.000 seguidores, un 87% sobre el total, pero en otros muchos, como en el Seattle Sounders-Botafogo, no se cubre ni la mitad del aforo.
La prestigiosa publicación The Athletic ha informado que, incluso de cara a ese partido inaugural, la FIFA se vio obligada a rebajar el precio de las entradas de forma considerable, pasando de los 306 euros iniciales a los 50 días antes de empezar el torneo. Y como aún quedaban miles de localidades disponibles, se repartieron entre estudiantes con precios populares. Pensando ya en las fases finales, se apunta que se han puesto billetes para la penúltima ronda a 125 euros.