Gabriel Villares, jugador de hockey: «Tengo curiosidad por volver a verme jugando en mi casa»

Gabriel Villares (A Coruña, 1996) regresará la próxima campaña a la ciudad herculina; en esta ocasión, para defender los colores del Dominicos. Formado en el Santa María del Mar y la Compañía, el jugador del Vendrell hará el camino inverso a la ciudad que le vio crecer nueve años después.

—¿Qué le ha llevado a regresar a su ciudad nueve años después para jugar al hockey?

—Salí de A Coruña con 19 años. Ahora hay más equipos gallegos en categoría nacional, pero antes la única opción casi que era el Liceo, que se me quedaba un poco grande por nivel. Con el tiempo, estaba muy contento aquí, pero vi que el Dominicos está haciendo un proyecto ambicioso«Es un momento chulo, coincidimos jugadores que tenemos cierto nivel. Lo cojo con muchas ganas. Si no hubiera un proyecto así, me hubiese costado tomar la decisión.

—Cataluña es una suerte de tierra prometida en el hockey. ¿Cómo se compara con Galicia?

—Cuando yo me fui, Alabart ya había venido, y yo coincidí con Chino [Alejandro Miguélez, coruñés del Lleida]. Me llama mucho la atención que aquí en cada pueblo hay un equipo de hockey. Se vive mucho más. En Galicia, con pocos jugadores sacamos mucha calidad, pero esto es otra liga de cara a jugar con más nivel.

—¿Qué le llevó a dejar A Coruña con 19 años y marcharse a probar suerte en Cataluña?

—Acabé la etapa base en el Compañía de María, y me llamó el Maçanet de la Selva. Hice segundo de carrera y nos lo montamos con toda la familia para poder seguir estudiando allí. Todo por las ganas de jugar en categoría nacional, a más nivel del que se podía jugar en Galicia.

—¿Pesó que su hermano juegue en el Dominicos para su regreso?

—A Tomás [su hermano] yo le llevo cinco años y desde pequeños jugamos juntos pocas veces. Vino a jugar en Vilafranca pero estuvo bastante tiempo lesionado. Ahora, a la hora de volver, pesa mucho que él esté ahí. No sé si hubiese vuelto si él no estuviese. Poder jugar con un hermano suma al equipo al que vayas.

—¿Echaba de menos A Coruña?

—Mi novia es catalana y llevábamos tiempo pensando dónde querríamos hacer nuestra vida. Por unas cosas a mí me encanta Galicia; por otras, Cataluña. Yo echaba de menos A Coruña y a mi familia, pero me adapto bien a cualquier lugar. Tengo curiosidad por volver a verme en mi casa.

—¿Qué expectativas tiene?

—El Dominicos es un proyecto que llevo siguiendo un par de años y creo que están haciendo las cosas bien, con sentido y con gente de casa, lo que pasa es que este año las cosas no les han salido bien del todo. Es un equipo para estar arriba. Me gustaría estar unos años aquí compitiendo por subir a la OK Liga, esa es mi ilusión, poder ayudar lo máximo posible.

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