45 años del asesinato de John Lennon: la muerte de un beatle y el nacimiento de un mito

La Voz REDACCIÓN

CULTURA

John Lennon y Yoko Ono
John Lennon y Yoko Ono

El músico fue acribillado por un fan obsesivo a las puertas de su residencia. Mark David Chapman sigue a día de hoy cumpliendo su pena de cadena perpetua

08 dic 2025 . Actualizado a las 18:18 h.

Eran cerca de las diez de la noche del 8 de diciembre de 1980 cuando John Lennon y Yoko Ono regresaban a su casa en el Edificio Dakota, en Manhattan. Una jornada normal, de trabajo para la pareja, que cambió la historia de la música y de la cultura popular. El exbeatle fue abatido a tiros en plena calle. Su verdugo, Mark David Chapman, un fan obsesivo. 

Quien fue el más icónico de los Beatles quedó tendido en el suelo, acribillado. Cuatro de los cinco tiros que salieron del revolver Smith & Wesson impactaron en su cuerpo. «Me dispararon», llegó a decir mientras conseguía dar sus últimos pasos hacia el interior del vestíbulo. 

Varios testigos afirmaron que Chapman permaneció en el lugar del crimen mientras llegaba la asistencia médica y que lo hizo leyendo El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger.

Aunque Lennon, de 40 años, fue trasladado al Roosevelt Hospital en un coche policial, no sobrevivió. Para la historia quedó la mítica fotografía que le hizo la estadounidense Annie Leibovitz cinco horas antes de su muerte, que es y será siempre su última imagen con vida

La conmoción recorrió el mundo y eso que hacía mucho que Lennon ya no era un Beatle. Cientos y cientos de personas acudieron a las puertas del edificio Dakota para presentar sus respetos. Unos lloraban y dejaban flores. Otros, interpretaban sus canciones. Hubo quien se quitó la vida. Había nacido un mito. 

Su esposa, Yoko Ono, pidió que se hiciesen donaciones benéficas y que se guardase silencio por el beatle caído. 

John Lennon y Yoko Ono
John Lennon y Yoko Ono No disponible

Horas antes

John Lennon estaba en un buen momento musical con Double fantasy. Ese día se planteaba normal, como una jornada más de trabajo. El músico tenía una cita con la ya famosísima Annie Leibovitz, que acudió a fotografiarle a su residencia. Tras esa sesión, el músico pasó el día promocionando su trabajo.

El primer momento para el recuerdo tuvo lugar ya en el momento en el que la pareja abandonó el edificio en el que vivía. Entre los fans que le esperaban en la calle, ya estaba vigilante Mark David Chapman. Lennon le firmó su nuevo álbum, mientras otro seguidor inmortalizaba el gesto.

Tras unas horas en el estudio, John Lennon y Yoko Ono regresaron de nuevo a su residencia. Faltaban unos minutos para las once de la noche y Chapman seguía allí, esperando de forma ciente. El asesino del beatle pronunció su nombre y le acribilló. 

«¡Mentira! ¡No puede ser! ¡No le creo!», gritó su esposa al médico que le comunicó la noticia. Ono no se lo creyó hasta que una enfermera le entregó el anillo de boda de Lennon. Una vez consciente de lo sucedido, pidió a los doctores que no hicieran pública la noticia de manera inmediata, para asegurarse que su hijo Sean ?por entonces tenía cinco años? no se enterara del asesinato por televisión.

De la misma forma impasible que acribilló a su víctima, Mark David Chapman esperó a ser detenido en el mismo lugar en el que acabó con la vida de su ídolo. 

Premeditado

Chapman, de 25 años, no tenía antecedentes, pero llevaba años planeando el crimen. Así lo reconoció tras su detención. Es más, Lennon no era la única celebridad en su lista. 

Aunque siempre se mantuvo que sufría un desequilibrio mental -le diagnosticaron esquizofrenia y psicopatía- , el exmilitar aseguró que vivía obsesionado con Lennon. «Quería ser alguien», aseguró en el mes de octubre desde la Prisión Correccional Green Haven en el Condado de Dutchess, Nueva York, donde cumple cadena perpetua. Chapman sigue intentando conseguir la libertad condicional. Es la decimocuarta vez que se la deniegan. 

En otras vistas aseguró que nunca pensó «en el sufrimiento que causaría». «No pensé en eso en absoluto en el momento del crimen, no me importó. Lo siento mucho por el dolor que le causé a ella. Pienso en ella constantemente», dijo refiriéndose a Yoko Ono. 

Chapman no podrá volver a solicitar la libertad provisional hasta el 2027.