Javier Portús: «En el Barroco se buscó un arte que llegase a todo el mundo»
CULTURA
Una charla del jefe de la colección de pintura española del Barroco del Museo Nacional del Prado inaugura este jueves el ciclo sobre este período que promueve la Fundación Barrié
06 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Bajo ostinato. Esta es una de las técnicas de composición que ha utilizado Rosalía para crear Berghain, el primer sencillo de su próximo disco, Lux. «Es un recurso muy utilizado en la música sacra barroca alemana», explica Necko Vidal, popular influencer y violinista. Y responde a «una serie de notas que repite la voz más grave constantemente durante toda la pieza», detalla el intérprete en su cuenta de Instagram.
A Javier Portús, jefe de la colección de pintura española del Barroco del Museo Nacional del Prado, no le ha sorprendido la incidencia estética de este período artístico en la cantautora pop. Y tampoco le sorprende que la portada de su disco Lux sea una Rosalía vestida de novicia de gesto intenso. El experto tiene claro que el barroco es una forma de expresión que sigue impactando en los creadores de hoy.
«No solo está presente en esta artista. Una figura muy importante y que falleció hace no mucho, Bill Viola, rescató en muchas de sus instalaciones y vídeos la iconografía religiosa barroca para profundizar en la representación de los afectos, de las pasiones», relata.
Precisamente, saber identificar lo barroco en las expresiones culturales de la actualidad es uno de los asuntos que abordará Portús en la ponencia que —en la tarde de este jueves, a las 19.30 horas— inaugura el ciclo de conferencias Ilusión y persuasión, que la Fundación Barrié organiza en su sede coruñesa de Cantón Grande, número 9.
Bajo el título El Barroco y lo barroco, el reputado experto disertará sobre cómo este término, que define la corriente artística que comienza en torno al año 1600, «se ha revelado lo suficientemente eficaz como para que se utilice no solo en relación con la historia del arte, sino también con la literatura, el pensamiento o la política; e incluso como para que muy frecuentemente se use como adjetivo para calificar manifestaciones expresivas realizadas en cualquier tiempo y lugar que están dotadas de determinadas características», señala la organización.
El Barroco fue un movimiento que cambió la escena. Tomó su definición por contraste con el clasicismo, arte cimentado en la norma, la razón y la medida. Y su filosofía se basaba en «la libertad y lo instintivo», explica Javier Portús. Un nuevo abordaje de la realidad que impulsó un cambio de paradigma. «Otro elemento propio de esta época es la ampliación del público. A medida que se desarrollaba el siglo XVII el arte deja de tener el matiz minoritario que había tenido previamente y se busca un arte que llegue a todo el mundo. Y para conseguirlo, uno de los instrumentos que se utiliza es la posibilidad de conmover, de llegar a través del sentimiento más que a través del raciocinio», matiza.
Una iconografía religiosa que persuade
La nueva mirada hacia el público del Barroco también supuso un cambio en la forma de retratar la devoción y los motivos religiosos. Javier Portús señala que, aunque hay un arte barroco muy importante en zonas no católicas, la iconografía religiosa destacó en el siglo XVII por tomar el camino de la persuasión: «Se produce un énfasis en la idea de las emociones frente a lo que en el Renacimiento había sido expresión. En el Barroco, los artistas buscan los instrumentos para enfatizar las emociones, y lo hacen a través de la persuasión. No lo hacen a través del raciocinio, sino con los sentidos». «Son esas imágenes religiosas, con esa gestualidad tan exacerbada, a través de las cuales se trata de conmover al espectador», añade. Así ven la luz en Galicia joyas como la capilla del Santo Cristo, en la catedral de Ourense.
Un nuevo y potente imaginario que cautiva al espectador, en un recurso similar al usado en la portada de Lux, donde Rosalía aparece vestida de un blanco impoluto que quiere evocar el mármol del Éxtasis de Santa Teresa, el célebre conjunto escultórico de Gian Lorenzo Bernini.
Precisamente, el escultor, arquitecto y pintor barroco es el protagonista de la penúltima conferencia del ciclo de la Fundación Barrié. Leticia Azcue, jefa de la colección de escultura desde 1700 y de artes decorativas del Museo Nacional del Prado, desgranará el próximo 27 de noviembre esta y otras obras del artista, como El rapto de Proserpina y La fuente de los cuatro ríos, imprescindibles para comprender la evolución del arte.
Antes de esa cita, el jueves día 13, Amalia Descalzo, profesora de cultura y moda en el ISEM Fashion Business School, reflexionará sobre la influencia del barroco en el mundo de la moda. A continuación, el día 20, Alejandro Vergara, jefe de la colección de pintura flamenca y escuelas del norte del Prado, se centrará en la figura de Pedro Pablo Rubens.
Y, por último, el 4 de diciembre, Fernando Marías, catedrático de historia del arte, pondrá fin al ciclo con la conferencia Velázquez: entre la invención, el capricho y el retrato.