Los mayores de 70 años vuelven a llenar las aulas: «Lo importante es que lo pasen bien, que sea un espacio para socializar»

VIVIR A CORUÑA

El Fórum Metropolitano de A Coruña ha iniciado un nuevo curso del programa «Gozando de aprender»
02 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Las aulas del Fórum Metropolitano se han llenado esta semana de de ganas de aprender. No son adolescentes, sino mayores de 70 años los que ocupan los pupitres, dispuestos a seguir adquiriendo conocimiento y, sobre todo, a compartir. «Lo que más intento es que lo pasen bien, que sea un espacio para socializar», resume Mar Peñarrocha, bibliotecaria y docente del taller Gozando de aprender, un programa que comenzó hace más de veinte años bajo el nombre Nunca es tarde.
En ese momento era un programa de alfabetización para aquellos y aquella que habían dejado la escuela pronto. Sin embargo, hoy un espacio abierto a la memoria, a la atención y al debate. «Intento introducir la actualidad en clase para trabajar la comprensión, el cálculo o la expresión. Hay personas que viven solas y necesitan un lugar donde conversar», añade Mar. Desde lecturas hasta ejercicios de concentración, todo vale para mantener la mente activa.
La animadora sociocultural del Fórum y el Ágora, Laura Cedrón, explica que la oferta de los para mayores de 70 años combinan tanto ocio como aprendizaje. «Tenemos talleres con una demanda enorme, incluso listas de espera. La gente mayor no quiere quedarse en casa, busca estar activa», asegura. Entre el Fórum y Ágora suman casi una veintena de grupos, algunos tan innovadores como Mente digital, centrado en usar el móvil como herramienta de memoria.de hace más de 20 años.
Los aprendices hablan
Los alumnos, algunos apunto de cumplir los noventa años, confirman la importancia de estas iniciativas. Carlos Serrano, de 78 años y el único hombre, lo vive como su primera experiencia: «Vengo para aprender cosas interesantes», dice. Chiruca Iglesias, de 79, no falta desde hace 15 años: «Vengo para socializar y ejercitar la memoria. El curso superó mis expectativas». Patro Maneiro, 85, está desde el año pasado y tiene claro que le «ayuda a renovar lo que se olvida». Para María Solla, 88, la unión que se crea es lo mejor: «A veces salimos a tomar café cuando tenemos la mañana libre». Y Consuelo López, la que está a punto de cambiar de década, sonríe al recordar lo que más disfruta: «El cálculo, se me da muy bien».