Mallorca, Málaga o Nigrán: los ejemplos a seguir en A Coruña para revertir la «imaxe lamentable» del San Xoán

VIVIR A CORUÑA

La alcaldesa, Inés Rey, plantea la posibilidad de multar a la gente que deje abandonados los residuos en las playas
28 jun 2025 . Actualizado a las 10:38 h.Si la noche del 23 de junio representa el espíritu festivo de A Coruña, la mañana del 24 demostraría que el civismo no vive su mejor momento en la ciudad. Las imágenes de las hogueras de San Xoán en las playas de Riazor y el Orzán sacan a relucir el orgullo local cuando abren los telediarios, pero no tanto cuando lo que enseña la televisión es una imagen bochornosa: la del día después. La alcaldesa, Inés Rey, anunció esta semana que está dispuesta a elevar el tono para revertir la «imaxe absolutamente lamentable» que muestra esta urbe al mundo debido a la cantidad de basura acumulada en los arenales y el paseo marítimo.
Otros municipios, tanto gallegos como del panorama nacional, se han puesto ya manos a la obra, consiguiendo algunos grandes avances para hacer de esta celebración una más sostenible.
Portixol (Mallorca)
Este municipio mallorquín es uno de los favoritos para celebrar la noche más corta del año en Baleares. En Portixol quisieron luchar contra el exceso de plásticos con una medida drástica: imponer el uso de vasos reutilizables. Los efectivos desplegados para el Sant Joan llevan varios años repartiendo vasos y ceniceros reutilizables, no solo para reducir la cantidad de toneladas de basura que suele acumularse esa noche, sino porque elementos habituales de estas celebraciones, como vasos, pajitas o bolsas de plástico, no pueden reciclarse. Los bares de la zona, además, ofrecen vasos retornables con sistema de depósito para incentivar su devolución. Estas medidas, sumadas a un incremento de los puntos de recogida, supuso una reducción de la cantidad de residuos del 50 % en tres años.
Málaga
En esta ciudad andaluza el San Juan se celebra por todo lo alto. En el 2023 la conocida playa de La Malagueta acumuló 35 toneladas de residuos, cifra que bajó hasta las 20 toneladas este año. En esta urbe han conseguido disminuir en un 43 % la basura incorporando 40 contenedores extra esa noche —El Ayuntamiento de A Coruña añadió 22— y 330 papeleras de 50 litros.
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Barcelona
La playa urbana de La Barceloneta blindó este año un espacio durante la noche de Sant Joan libre de alcohol y de residuos. Fue una propuesta de diferentes entidades vecinales que finalmente el Ayuntamiento aceptó. De este modo, se parceló un área del arenal para aquellos que quieren disfrutar de esta fiesta de forma más saludable y sostenible.
Nigrán
El Concello de Nigrán se puso serio el año pasado y amenazó con multas de hasta 200.000 euros a quienes cavasen un hoyo para hacer la tradicional hoguera de San Xoán. Pretendían así evitar que se perjudicase el patrimonio natural. Se concedió permiso a 85 particulares y asociaciones para la realización de fuegos, pero lejos de los arenales. Solo una hoguera iluminó Panxón: la confeccionada por el Concello y la Comisión de Fiestas. Las playas amanecieron con un 95 % menos de basura tras una jornada con vigilancia «sin precedentes», como adelantaron en el Concello.
Inés Rey: «No sé si parcelar, multar o impedir que la gente se vaya si queda basura, pero algo hay que hacer»
Es cierto que este año se recogieron 13 toneladas menos de basura tras los festejos de San Xoán en las playas y calles de A Coruña, acumulándose así un total de 44. Pero para la alcaldesa, Inés Rey, es necesario actuar con mayor rigidez el año que viene. «No sé si parcelar y que cada parcela tenga un responsable, si multar o si impedir a la gente que se vaya si queda basura, pero algo hay que hacer». Así de firme se mostró ayer la regidora en Voces de A Coruña, de Radio Voz.
Existieron iniciativas que tenían el objetivo de paliar el problema de la basura la mañana del 24 de junio, pero no fueron suficientes para que evitar que la ciudad, durante varias horas, pareciera prácticamente un vertedero. Se pusieron a trabajar barredoras de aceras y de calzadas, furgones, sopladoras, camiones cisterna, tractores, palas mixtas, portacontenedores y se añadieron 22 contenedores de 7 metros a los ya repartidos por el entorno de las playas urbanas. Además, 60 peones trabajaron barriendo manualmente la zona.
En total, un dispositivo de mil efectivos operaron para hacer de la noite meiga una más segura y cívica. La tarea no era fácil, pues solo en los principales arenales se concentraron unas 120.000 personas —a las que hay que sumar las 70.000 que disfrutaron de la fiesta en los barrios—. Estos ciudadanos podían dejar sus residuos en 25 contenedores situados a las salidas de las playas para que se depositase la basura de forma separada. Además, Ecovidrio repartió 3.000 invitaciones para el Aquapark de Cerceda a quienes depositaron correctamente sus desechos.