La estatua de María Pita se queda definitivamente sin llama: una solución «sostenible» sustituirá el pebetero

L. G. V.

VIVIR A CORUÑA

CESAR QUIAN

El monumento a la heroína coruñesa se convirtió en reclamo turístico desde que llegó a la ciudad, hace ahora 27 años. El Ayuntamiento sustituirá esta semana la antorcha por una patena de bronce

06 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Quizás porque los coruñeses sienten que María Pita es patrimonio de todos, la estatua que homenajea a esta heroína en su plaza ha sido objeto de debate desde que se colocó frente al palacio municipal hace ahora 27 años. Que este icono local diera la espalda a la entrada de la ciudad disgustó a afamados arquitectos. Tal fue el caso de Fernando Agrasar, que directamente tildó la obra de «despropósito», y por si fuera poco añadió: «Hay que retirarla inmediatamente y tirarla en un sitio donde no la encuentre nunca nadie». No ocurrió, y aunque hasta José Castiñeiras, el autor del monumento, pidió que le dieran la vuelta a la pieza, todo se mantuvo en su sitio. Todo salvo un elemento. El pebetero situado a los pies de María Pita, oda a la libertad, ha sufrido diversos cambios en el último cuarto de siglo. El último se abordará en los próximos días y consistirá en la instalación de una patena de bronce que incorporará un elemento metálico en el que se incluirá un texto dedicado a la mujer que se convirtió en mito.

El propio Castiñeiras aprobaba «la modificación del pebetero conmemorativo ante la necesidad de inertizar y anular parte de la instalación de gas». Efectivamente, la antorcha que durante años sirvió de reclamo turístico seguirá, tras esta remodelación, sin llama. Tras años apagada, fuentes del Ayuntamiento explican que así seguirá «por una cuestión de sostenibilidad y seguridad».

Así estaba este lunes el pebetero, antes de su sustitución
Así estaba este lunes el pebetero, antes de su sustitución CESAR QUIAN

La «llama eterna» se mantuvo perenne varios lustros desde mayo de 1998, para después estar encendida veinte horas al día —se apagaba entre las 03.00 y las 07.00 horas—. El pebetero, por otro lado, hizo correr peligro a más de un intrépido que se la jugaba acercándose peligrosamente al fuego e incluso intentando encender un pitillo. Los actos incívicos se cebaron también con el quemador. Por delante de él pasaban fin de semana sí, fin de semana también, cantidad de jóvenes que se trasladaban de los jardines de Méndez Núñez —botellódromo extraoficial de la ciudad hasta el 2020— a la Ciudad Vieja, aprovechando para convertir el quemador en cenicero o incluso en basurero.

El calendario de ejecución de los trabajos está vinculado, cuentan fuentes municipales, a la conmemoración de la gesta de María Pita en la defensa de A Coruña, por lo que «su ejecución se llevará a cabo necesariamente antes del 10 de mayo».

 Lavado de cara del enclave más visitado de la ciudad

Es parada obligada de cualquier turista. Pero a esto hay que sumarle la cantidad de cruceristas que en los últimos meses han hecho escala a tan solo unos metros de la plaza de María Pita. El que probablemente es uno de los enclaves más visitados de la ciudad tanto por viajeros como por locales, se está sometiendo en los últimos meses a un lavado de cara. Antes de la reforma del pebetero, hace unas semanas se instalaron, de nuevo, las farolas históricas que estuvieron retiradas de la plaza varios meses, deterioradas por las inclemencias meteorológicas. Se reconstruyeron de forma artesanal en el taller compostelano Forxa Chago.